Con
la memoria cargada por el eco de la ovación tributada por el público
asistente al homenaje que el Royal Ballet de Londres le tributó este
último fin de semana, Alicia Alonso regresó a Cuba para dar el toque
final a los preparativos del XXII Festival Internacional de Ballet
de La Habana, cuya gala de inauguración se efectuará el próximo 28
de octubre.
A nadie sorprendieron las palabras de la prima ballerina assoluta
al llegar a la isla: "Le quito el cero a los 90 y me quedo con el 9,
la edad que tenía cuando comencé a bailar. Así es que estoy
comenzando".
La mejor prueba de ese ímpetu irreductible la ofreció Alicia a
Granma este lunes en declaraciones exclusivas: "En la gala
inaugural del Festival estrenaré una nueva coreografía: Impromptu.
Se me ocurrió de pronto antes de partir hacia Europa a la serie de
homenajes. Escuché una obra de Lecuona y de pronto la música se
transformó en movimiento. Es que nunca, aun cuando no lo haga
directamente en las tablas, he dejado ni dejaré de bailar".
Las nueve décadas de vida de la diva fueron celebrados por el
Royal Ballet, en una función ofrecida en el Covent Garden, de la
capital británica.
Según reportes recibidos en esta redacción, Monica Mason,
directora de la célebre compañía londinense, afirmó: "Esta noche es
muy especial; rendimos homenaje a una de las grandes bailarinas de
la historia". Y cuando dijo que Alicia se encontraba en el teatro,
un haz de luz resaltó su presencia en el palco real.
Como hermosos regalos, la fundadora de la Escuela Cubana de
Ballet agradeció la interpretación de Winter Dreams, de
Kenneth MacMillan, por su compatriota Carlos Acosta; y de Tema y
variaciones, por Tamara Rojo y Sergei Poluni, coreografía creada
para la Alonso por George Balanchine en 1947.
Ese fue el preámbulo de otro instante cenital: Acosta y Poluni
llevaron de brazos a la maestra hasta el proscenio. Y entonces fue
el delirio.
"En aquel momento —confesó Alicia— vinieron a mí gratos
recuerdos. Yo bailé en el Covent Garden en 1946, cuando formaba
parte del American Ballet Theater. Desde entonces sentí respeto por
el público británico y sé que respetaron mucho mi arte".
El reciente periplo europeo de Alicia comenzó en Madrid, donde
asistió al estreno del documental dedicado a ella por Televisión
española para la serie Imprescindibles.
"De mí hablan en esa producción tantas personas que han seguido
mi carrera que no sé cómo corresponderles —explicó la directora del
Ballet Nacional de Cuba—. Parece que su transmisión tres veces por
la televisión llegó a mucha gente, pues en otras ciudades de España
escuché comentarios".
Los homenajes se prodigaron en el teatro sevillano de La
Maestranza, uno de de los centros más importantes de la actividad
escénica peninsular, y en Huelva. En la célebre plaza andaluza
estrellas de la danza clásica y el baile español se dieron cita en
el Festival Otoño Cultural Iberoamericano que, para el homenaje en
que concedió el Premio OCIB 2010 a la maestra, convocó a primeras
figuras del Royal Ballet de Londres, el Ballet Nacional de España,
el Ballet de Cámara de Madrid, el Ballet Español de Murcia y el
Ballet Nacional de Cuba.
De Huelva se llevó un recuerdo imborrable: la visita a los
Lugares Colombinos, llamados así por vincularse a los preparativos
del primer viaje de Colón al Nuevo Mundo. "Particularmente —dijo— me
llamó la atención el Monasterio de la Rábida. Fue muy lindo ese
encuentro entre el pasado y el presente".