Detalles de la visita realizada por el actor Danny Glover y el
escritor Saul Landau a
Gerardo Hernández, uno de los Cinco antiterroristas
cubanos encarcelados en Estados Unidos, aparecen en una crónica que
publica el sitio digital Progreso Semanal, reporta Prensa Latina.
Glover, reconocido actor estadounidense, y Landau, escritor,
periodista y miembro del Instituto de Estudios de Política, narran
el impacto que recibieron al encontrarse con Hernández en la cárcel
de Victorville, California.
Un Complejo Penitenciario Federal, una prisión de alta seguridad
de 192 mil metros cuadrados, construida hace seis años (a un costo
de 101,4 millones de dólares), destinada a enjaular a 960 reclusos,
escriben.
Según sus impresiones, al arribar al recinto en el vestíbulo de
visitantes, pintado de un gris institucional, un guarda nos entrega
formularios". El cegador sol de media mañana y el calor del desierto
golpean nuestros cuerpos, dicen, al describir el tiempo de espera
luego de abrirse una puerta y pasarlos al salón de visita.
Allí, un guarda nos asigna una mínima mesa plástica rodeada de
tres sillas baratas de plástico por un lado (para nosotros) y del
otro lado una para Gerardo.
Al verlo entrar Gerardo abraza y besa a su hermana (Chabela, que
también participa en la visita), abraza a Saul y luego Danny. Le da
las gracias por su esfuerzo por liberarlo del hueco, donde estuvo 13
días a fines de julio y principios de agosto.
En ese punto comentan en el texto que la temperatura en el hueco
llegó a poco menos de 40 grados y que según lo que les contó Gerardo
tuvo que echarse en la cabeza el agua que le daban para beber.
Tal temperatura, no me ayudó con mi presión alta. Ni siquiera
podía tomar mi medicamento. Pero creo que me soltaron gracias a las
miles de llamadas telefónicas y cartas de personas de todo el mundo,
dijo el antiterrorista cubano, de acuerdo a lo divulgado.
El propio artículo reseña otros aspectos de la conversación en la
que hablamos de Cuba, estaba al día de las noticias por medio de la
lectura, la TV y de los visitantes que le informaban.
Fue a través de esas imágenes que pudo ver a su esposa, Adriana
Pérez, y como confiesan Glover y Landau, al referirse a ella su
sonrisa se esfumó.
Es doloroso. Ella tiene 40 años y yo 45. No nos queda mucho
tiempo para formar una familia. Estados Unidos ni siquiera le
concede una visa para visitarme. Se ha comportado con mucho valor y
dignidad durante esta terrible experiencia, destaca la crónica.
A juicio de los visitantes dos horas pasaron rápidamente, después
de despedirse lograron observarlo parado en atención contra un muro,
junto a otro prisionero, cerca de una puerta que da al bloque de las
celdas.
Lo saludamos con el puño en alto. Él respondió igual. Su hermana
le sopló un beso. El sonrió ampliamente de forma tranquilizadora
como recordándonos: Manténganse firmes, concluye el trabajo.
Gerardo cumple dos condenas a cadena perpetua más 15 años por
conspiración para cometer espionaje y complicidad para cometer
asesinato, delitos que nunca fueron probados por el gobierno
norteamericano.
Sus hermanos de causa
Ramón Labañino,
Antonio Guerrero,
Fernando González y
René González, coinciden en que dentro de la
injusticia que se comente contra ellos, la mayor la sufre Gerardo.
Los Cinco como ya los identifica la solidaridad mundial fueron
arrestados el 12 de septiembre de 1998 en Miami.