Cuando la siembra de caña cobra intensidad en la provincia de
Camagüey, la germinación de las simientes está muy comprometida
debido a la ausencia de lluvias que propicien el brote de las
plantas.
La terminación de la zafra azucarera permite que una mayor
cantidad de trabajadores se sumen a la tarea, además de equipos para
la preparación del terreno, y en los últimos días el promedio supera
las 100 hectáreas.
Sin embargo, los agricultores miran preocupados la falta de
brotación en las superficies plantadas desde la segunda decena de
mayo, las cuales no han sido beneficiadas por las precipitaciones.
Esperamos lluvias en estas jornadas para tener seguridad con los
campos sembrados, dijo a la AIN Ramón Campanioni, de la dirección de
caña del Grupo Empresarial Azucarero (GEA) Camagüey.
Desde enero el territorio regó simientes en tres mil 273
hectáreas, que significa un ligero atraso en relación con lo
planificado hasta ahora, según la sala de control del GEA, y de esta
superficie unas 500 fueron plantadas en los cuatro meses iniciales
del año en terrenos con regadío.
Pero los sembrados desde fines de abril en áreas de secano se han
visto afectados en mayor o menor medida por la estación seca.
Campanioni señaló que la labor se realiza con semillas castigadas
por la sequía, lo cual indica que no tienen la calidad óptima, pues
muchos de los campos dedicados a la producción de simientes fueron
muy dañados por huracanes de 2008.
Aunque la situación es compleja, Camagüey cuenta con adelanto en
la preparación de tierra, tanto en el surcado para la plantación
inmediata como en la roturación para la del segundo semestre.
En el año la provincia debe lograr 13 mil 479 hectáreas, inferior
en más de mil a lo conseguido en 2009.