Sergio, como el buen vino

Harold Iglesias

Ya a los 31 años es difícil lidiar con la báscula, lesiones de sobreuso y poner pesos de nivel supremo en la palanqueta se torna harto difícil. El matancero Sergio Álvarez, multimedallista mundial de los 56 kilogramos en levantamiento de pesas, parece burlarse de todos esos escollos y sus tres oros continentales en Guatemala le confieren las propiedades del vino de cara a Londres’12.

Foto: Ismael BatistaUna vez más, Sergio rey de América.

Mientras más añejo, mejor, y así se lo hizo saber a sus rivales el doble bronceado de Goyang, Sudcorea, con arranque de 116 kg, envión de 151 y total de 267, siete kilogramos menos que el conseguido en la nación asiática. A sus espaldas, el colombiano Carlos Berna y el mexicano Lino Montes, quienes nada pudieron hacer ante la hegemonía regional de Sergito, respetado, además, entre la elite del orbe por su condición de doble monarca universal en Santo Domingo’06 y Chiang Mai’07.

También en el inicio, la azteca Carolina Valencia ganó los 48 kilogramos, superando a la puertorriqueña Carmen Echevarría y la dominicana Guillermina Candelario, en tanto la colombiana Rusmeri Villar reinó en los 53, escoltada en el podio por la venezolana Inmara Henríquez y la boricua Lesli Burgos.

Este XXI Panamericano reúne a 239 halteristas de 24 países, y es punteable hacia Guadalajara’11, sumando su rendimiento de ahora con el de la edición precedente de Chicago, en la que los antillanos arrasaron con 16 medallas de oro, cinco de plata y una de bronce.

Desde ya, Álvarez está totalmente enfocado en el Campeonato Mundial de septiembre, en Antalya, Turquía, y una presea bajo los cinco aros, esquiva para Cuba desde Atlanta’96 y con la que podría poner punto final a su exitosa carrera entre forzudos.

 

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