Cubanos en su año 20

¿De dónde vienen y hacia dónde van?

ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu

La vigésima incursión de Cuba en la Liga Mundial de voli abre un capítulo en el que los antillanos probarán si pueden elevarse a un plano superior, catapultados por el influjo de su cuarto lugar en el 2009.

Los caribeños conocieron el rigor de los rivales en la finalísima de Belgrado’09, y en este 2010 tampoco hallarán un camino expedito para clasificar rumbo al epílogo del clásico. Atesoran un poquito más de experiencia, aunque les han faltado lides para pulirla en medio de la actual situación económica.

Foto: Ricardo López HeviaEl concierto europeo desde hace años concentra en un rango respetable la calidad de este deporte en el mundo, sin soslayar que el continente americano le ha rasgado la camisa repetidas veces, como en la Liga y los Juegos Olímpicos de Beijing’08 ganados por Estados Unidos. Agreguen las cinco medallas doradas consecutivas de Brasil del 2003 al 2007, sumadas a la del año pasado, y las cinco platas de Cuba unidas al oro de 1998, todas en el certamen liguero.

QUE NO escapen los rivales

Es preciso pedalear a rueda entre los líderes; perseguirlos agota. Cuba, a partir del 4 de junio, enfrentará a dos adversarios, Polonia y Alemania, que si bien no archivan en sus computadoras el historial de Rusia-Bulgaria (oponentes del 2009 en eliminatorias), tienen para mejorar su semblante, lo mismo que Argentina, quinta detrás de los caribeños en Belgrado’09, recuperada de la crisis en la cúpula de su federación que la excluyó del clásico en el 2008.

Los contrarios quieren elevarse al infinito, de ahí que en sus nóminas haya un mejunje de nacionalidades entre los mentores contratados. A los polacos los dirige un argentino, Daniel Castellani, quien los lanzó al oro en el Campeonato Europeo’09. Raúl Lozano, con ciudadanía italiana, es guía de Alemania, después de conducir a España y Polonia; mientras solo los gauchos desde el año pasado obedecen a un nacional: su ex pasador Javier Weber.

Los europeos, además de sus ligas y otras citas de calidad, tienen la posibilidad de confrontar más —aun en medio de la crisis— pues los viajes entre vecinos son menos costosos. En cambio, los boletos de avión para trasladar a un equipo Cuba hacia el Viejo Continente sobrepasan los 25 000 dólares, además del pago de las visas, alimentación, hospedaje y transportación interna en el país visitado.

También recordemos que, con la desaparición del campo socialista, se esfumaron importantes torneos y copas en los cuales la Isla fue célebre, ello hoy obliga a entrenar más a domicilio, con el riesgo de acusar cierta abulia causada por la reiteración del adiestramiento en un mismo lugar: Escuela Nacional o el Coliseo.

TRES PARTIDOS EN LA HABANA

El director técnico de Serbia aseguró en La Habana que sus voleibolistas vinieron tras jugar diferentes eventos entre octubre-abril, en tanto los cubanos, que a principios del 2010 cumplieron con su liga local, solo se probaron frente a un oponente de la elite en los tres desafíos efectuados este mes.

Comenzar la Liga Mundial contra Argentina, en la Ciudad Deportiva, pudiera significar un paso favorable para ir ganando "team work", a tenor de que los del patio parten de una alta forma física. Después, Alemania y Polonia representan no menos exigentes cruzadas, para luego iniciar las series de vuelta.

Los sudamericanos, clasificados rumbo a la final por ser la sede, están liberados de presiones, mientras los otros tres irán tras la liebre, en una porfía donde habrá que sacar el mejor provecho de los choques en casa, antes de actuar como visitador, con el público en contra. Allí resultará más difícil obtener dos victorias a hilo, sobre todo porque durante el primero de esos juegos el cambio de horario —en este caso especialmente en Europa— puede influir de manera negativa.

Dentro de unos días la realidad dirá de dónde vienen y hacia dónde van los cubanos.

 

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