Los argentinos Alcides Bonavitta y Santiago Vega, protagonistas
del proyecto Del Aconcagua al Turquino por la libertad de los
cinco antiterroristas cubanos prisioneros en EE.UU.,
homenajearon este viernes a José Martí en el mausoleo que guarda sus
restos.
Una ofrenda floral depositaron en ese sitio sagrado de la Patria,
en el cementerio Santa Ifigenia, donde asistieron a la ceremonia de
la guardia de honor que permanentemente custodia las cenizas del
Héroe Nacional.
Bonavitta y Vega llegaron a la provincia de Santiago de Cuba en
esta jornada para cumplir un grupo de actividades que incluyó una
visita al Museo 26 de Julio, en el antiguo Cuartel Moncada, y
encuentros con grupos de solidaridad con
Los Cinco, formados por trabajadores cubanos y estudiantes
latinoamericanos.
Lo acompañan el también argentino Pablo Fernández, Irma González,
hija de
René (uno de Los Cinco), funcionarios del Instituto Cubano
de Amistad con los Pueblos (ICAP), todos ellos participantes en el
ascenso al Pico Turquino el cinco de abril último.
Bonavitta, trabajador del turismo y activista social, expresó a
la prensa su emoción por conocer de primera mano lugares tan
especiales en la historia de Cuba, y precisó que con ello pretenden
proseguir sus acciones para que se conozca la verdad acerca de estos
Héroes antiterroristas encarcelados.
Vega, periodista radial, consideró que la lucha que realizan para
que René,
Antonio Guerrero,
Ramón Labañino,
Fernando González y
Gerardo Hernández sean liberados, es sólo un pequeño grano
de arena solidario en un movimiento que cada día agrupa a nuevos
miembros.
Queremos abrir otra brecha, le exigimos al Presidente de EE.UU.,
Barack Obama que libere a quienes luchaban contra el terrorismo,
coincidieron ambos.
Vega precisó que el ascenso al Turquino no le exigió los
esfuerzos que tuvieron que hacer para vencer el Aconcagua,
considerado el techo de América, con sus seis mil 962 sobre el nivel
del mar, que lo hacen también la montaña más alta en el mundo, fuera
de Asia.
Si embargo, precisó que la altura histórica y simbólica del
Turquino trasciende a cualquier otra elevación natural en el mundo.
Consideró este proyecto como una semilla que le dará origen a
otras iniciativas, y mencionó el ascenso de varios ecuatorianos al
pico Chimborazo, y a movimientos similares que se gestan en
Venezuela, Bolivia y México.
Irma González, quien con su primo Renecito, acompañó a los
argentinos al Turquino, agradeció este gesto, e informó que su padre
estuvo todo el tiempo informado de este proyecto y los llamó la
víspera desde su prisión en Pennsylvania.
También presente en esta visita, Basilio Gutiérrez,
vicepresidente del ICAP, valoró de muy humana la iniciativa de los
jóvenes argentinos, que ha suscitado la atención de la prensa
internacional y contribuido a romper el silencio que imponen poderes
políticos mediáticos sobre el caso de
Los Cinco.