México pondrá en funcionamiento próximamente un nuevo laboratorio
de alta seguridad con capacidad para diagnosticar a tiempo
enfermedades emergentes y por liberación intencional, informó una
funcionaria del sistema de salud, reporta Prensa Latina.
La nueva instalación está diseñada para el manejo seguro de
agentes biológicos como brucella, virus de la Fiebre del Valle Rift,
encefalitis equina venezolana, ántrax, VIH, tuberculosis e
influenza, indicó la directora general del Instituto de Diagnóstico
y Referencia Epidemiológicos (INDRE), Celia Alpuche Aranda.
Dentro de tres semanas iniciará la primera etapa su puesta en
marcha y en septiembre venidero arrancará la rutina del muestreo,
anunció la dirigente.
Con este laboratorio de bioseguridad de nivel tres (BSL3), el
país logrará prácticas equiparables a las existentes en naciones
desarrolladas, al estar listo para enfrentar cualquier tipo de
patógenos, destacó la experta.
En el centro se realizarán diagnósticos más rápidos con técnicas
estandarizadas en el mundo para la detección efectiva y oportuna de
enfermedades emergentes y las derivadas del bioterrorismo, precisó.
De esta manera, México gana credibilidad internacional por los
controles de calidad, da el primer paso en aras de modernizar su
Sistema de Vigilancia Epidemiológica y se integra a la Red
Internacional de Laboratorios de Respuesta coordinados por el
estadounidense Centro de Control y Prevención de Enfermedades,
indicó la titular del INDRE.
La creación del BSL3 contó con el apoyo de la Organización
Panamericana de la Salud, de los centros de control de enfermedades
de Atlanta, los institutos nacionales de Estados Unidos y la Agencia
de Salud Pública de Canadá, explicó la especialista.
Según aclaró, la planta posee sólo 90 metros cuadrados, pues
constituye la antesala a lo que será el nuevo INDRE actualmente en
proceso de construcción; lo que hicimos ahora fue dar vida a un
proyecto transitorio hasta poder inaugurar el futuro Instituto en
2011.