Anunciadas marchas de protestas y la idea de prolongar hasta 2012
el debate legislativo sobre reforma migratoria aumentan las
tensiones entre partidarios y detractores de esa iniciativa en
Estados Unidos, reporta Prensa Latina.
La modificación migratoria, una asignatura pendiente de varias
administraciones hace decenas de años, retomó el centro de duras
polémicas luego que el viernes último fue promulgada en Arizona una
legislación que sus opositores rechazan por criminalizar la
inmigración indocumentada.
Partidarios de la modificación de las reglas preparan
manifestaciones contra esa legislación el próximo sábado, en ocasión
de la celebración del Día de los Trabajadores en muchas partes del
mundo.
En opinión de comentaristas políticos, la ley acogida por el
gobierno de Arizona, estado fronterizo con México, promoverá la
discriminación.
A partir de ahora cientos de hispanos que viven en una situación
regular en este país están amenazados de ser requeridos por los
oficiales migratorios para comprobar su estatus, entre otras
medidas.
Este martes, durante una audiencia sobre el tema en el Senado, la
secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, sostuvo un
airado intercambio con el legislador republicano Lindsay Graham.
El senador de Carolina del Norte manifestó su oposición a
analizar el tema en 2010 y dijo que primero hay que asegurar la
frontera a fin de buscar aprobar la reforma para 2012.
Napolitano ripostó que nunca antes algunos índices como la
incautación de drogas, armas y dinero en la frontera han estado
mejor.
Necesitamos seguir apoyando esos esfuerzos pero al mismo tiempo
la reforma migratoria integral debe recibir nuestra atención",
puntualizó.
Una modificación del código necesita de 60 votos en el Senado de
mayoría demócrata.
En la actualidad cerca de 11 millones de personas viven en la
sombra en territorio estadounidense, la mayoría hispanos.
Tras los sonados fracasos de la política migratoria del ex
mandatario republicano George W. Bush, el actual gobernante, Barack
Obama intenta introducir el cumplimiento de ciertos parámetros para
normalizar la situación de estas personas.
Durante 2006 y 2007 varias iniciativas para regularizar la
situación de los inmigrantes fracasaron en el Congreso, incluso
esfuerzos bipartidistas negociados por el desaparecido senador
demócrata Edgard Kennedy y el republicano John McCain.