Cuba reiteró en la ONU su condena a la agresión radial y
televisiva que sufre desde Estados Unidos como una violación de las
normas internacionales sobre el espectro radioeléctrónico, reporta
Prensa Latina.
La denuncia fue expuesta por el representante permanente de Cuba
ante Naciones Unidas, Pedro Núñez Mosquera, al hablar durante un
debate en el Comité de Información de la Asamblea General.
Según el diplomático, las transmisiones ilegales de radio y
televisión contra Cuba no respetan la objetividad ni el apego a la
verdad, sino que falsifican y tergiversan la información.
Recordó que hace un mes, la Junta del Reglamento de
Radiocomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
reiteró que esas transmisiones provocan interferencia perjudicial a
las estaciones cubanas.
Dijo que solo en el pasado mes de febrero las emisoras radicadas
en territorio de Estados Unidos emitieron hacia Cuba dos mil 185
horas de transmisiones ilegales cada semana.
Advirtió que varias de esas estaciones pertenecen o prestan
servicios a organizaciones vinculadas con elementos terroristas que
residen y actúan contra Cuba en territorio norteamericano con el
consentimiento de las autoridades de la administración federal.
Núñez Mosquera apuntó que el Congreso estadounidense aprueba
anualmente un presupuesto de más de 30 millones de dólares de fondos
federales para ese tipo de acciones contra Cuba.
La decisión del tipo de información que desea recibir el pueblo
cubano le corresponde de manera soberana a nuestro país y no a
quienes desde la administración de Estados Unidos malgastan los
aportes de los contribuyentes y conspiran con elementos terroristas
en sus planes contra la Revolución cubana, sentenció.
Por otro lado, el embajador alertó contra el cada vez más dispar
acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información
y criticó la creciente brecha tecnológica entre los países del norte
y el sur.
Al respecto, exhortó a cambiar esa situación y a adoptar medidas
prácticas que permitan el uso racional y una apropiación más social
de las tecnologías de la información.
Las noticias que se divulgan o silencian son las que convienen a
los grandes centros de control de la información, los cuales imponen
la mentira, manipulan la historia, legitiman la discriminación y
ultrajan la libertad de expresión y de información, enfatizó.