Elpidio Valdés y otros personajes de los dibujos animados cubanos
hicieron las delicias de una veintena de niños de la India a los que
el proyecto Abhigyan salvó de convertirse en ayudantes de sus padres
constructores.
Tímidos, pero sonrientes, llegaron los pequeños a la embajada de
Cuba en Nueva Delhi, de la mano de la fundadora del proyecto, Rakhi
Rahsmi, quien agradeció la invitación del jefe de la legación de la
isla caribeña Miguel A. Ramírez.
Aunque muchos no sabían leer los subtítulos en inglés de los
animados, y otros se comunicaban sólo en hindi, al final se impuso
el lenguaje universal de las imágenes y todos pudieron disfrutar de
la velada.
Rashmi explicó a Prensa Latina que la mayoría de los
constructores en Nueva Delhi proceden de otros estados y viven a pie
de obra con sus esposas e hijos, a los que por utilizan como
ayudantes privan de la oportunidad de asistir a la escuela.
Los trabajadores que laboran en el campus de la Universidad
Jawaharlal Nehru no son la excepción, agrega.
Comenzamos en 2005 con un pequeño grupo al que dábamos clases los
fines de semana bajo un árbol, dentro del propio recinto
universitario, cuenta la joven.
La perseverancia de Rashmi y la suma de voluntades de alumnos y
profesores universitarios aumentaron hasta 50 los menores que se
benefician del proyecto, dedicado ahora a preparar a los pequeños a
matricular en las escuelas públicas cercanas.
Cuentan incluso con un ómnibus propio que los traslada hasta los
centros escolares, y luego los traen de vuelta a sus precarias
viviendas ubicadas dentro del campus.
Los fines de semanas, reciben clases de artes plásticas, música,
ven películas junto a sus padres, visitan el zoológico o recorren
museos.
El objetivo es brindarles acceso a una educación elemental que
luego los ayude a abrirse paso en un país donde según estadísticas,
más de 600 millones de personas viven en la pobreza, y 60 millones
de niños sufren desnutrición.