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El antropólogo venezolano Ronny Velásquez constató hoy aquí el
creciente interés que despiertan en el país euroasiático los cambios
sociopolíticos ocurridos en Latinoamérca en los últimos años y la
resistencia de los pueblos originarios frente al neoliberalismo.
Velásquez impartió una conferencia sobre Resistencia cultural
indígena en América Latina durante su participación en la Feria
internacional del Libro, celebrada recientemente en Estambul.
El antropólogo disertó sobre la movilización indígena, la toma de
conciencia y la revalorización de las culturas tradicionales que se
vive en toda América, Abya-Yala para los indígenas, desde Alaska
hasta la Patagonia, temas que acapararon la atención del público,
sobre todo entre la juventud.
Si esto ha sido posible, es resultado de la resistencia de más de
500 años que los pueblos originarios mantuvieron contra la invasión
primero, y después contra modelos económicos y políticos que han
tratado de acabar con nuestra cultura, explicó Velásquez en
conversación con Prensa Latina.
Unido a ello, cabe reconocer el papel en nuestras sociedades de
los afrodescendientes, sucesores de quienes también fueron
arrancados de sus tierras y llevados a América como mano de obra
esclava, puntualizó el experto.
Con el tiempo, declaró, unos y otros tomaron conciencia de sus
orígenes, pero lo que consideramos más inhumano fue el trato dado a
los esclavos, quienes únicamente fueron aceptados por los indígenas.
El programa económico de la conquista se basó en la apropiación
de las riquezas naturales del continente y en convertir a sus
pobladores en siervos, matizó el antropólogo, al tiempo que recordó
que las políticas posteriores intentaron "hacernos desaparecer,
marginarnos e invisibilizarnos".
Al referirse a Venezuela, Velásquez evocó el reconocimiento legal
de la voluntad política, social y cultural de los 40 pueblos
indígenas del país por ser actores de su propia transformación,
recogida en la constitución bolivariana de 1998, gracias al gobierno
actual.
Uno de los gestos más importantes, indicó el antropólogo, es el
de haberse decretado el final del día de la raza, en referencia al
12 de octubre, sustituido por el Día de la resistencia indígena que
deberá ir extendiéndose por todos los países del continente,
enfatizó.
Según él, también se abre una nueva etapa en otras naciones como
Bolivia, Ecuador o Paraguay, lo cual quedó demostrado en la Cumbre
Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas celebrada en
Guatemala en marzo de este año, explicó.
Somos pueblos con dignidad y ahora también con esperanza, pero es
necesario al mismo tiempo, que, superado el pasado colonial, se
modifiquen los libros de historia para poner fin a un discurso de
exclusión, racismo y sometimiento mantenido por más de 500 años,
patentizó el científico social venezolano.