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Al menos ocho soldados, cuatro de la OTAN e igual cifra de afganos,
resultaron heridos hoy cuando un coche bomba estalló en una base
militar en la zona oriental de la capital afgana, informaron fuentes
militares.
El portavoz del Ministerio afgano del Interior, general de
brigada Zamarai Bashari, confirmó que la explosión ocurrió en el
complejo militar de Camp Phoenix en la carretera de Jalalabad y
destruyó cuatro vehículos.
Según Bashari, los soldados resultaron heridos cuando se
desplazaban en una caravana cerca de esa instalación, una de las
grandes bases ocupadas por las fuerzas de Estados Unidos en la
periferia de Kabul.
En ese lugar radica un centro de entrenamiento para la policía y
el ejército afganos y en varias ocasiones fue blanco de disparos de
cohetes y morteros de los insurgentes.
Un vocero de los rebeldes afganos, Zabihulá Mojahid, reivindicó
ese ataque en declaraciones a medios informativos por vía
telefónica.
Mojahid precisó que uno de sus combatientes al volante de un
coche bomba se impactó contra un vehículo de la Fuerza Internacional
de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que transitaba hacia Camp
Phoenix.
Fuentes de la ISAF, comandada por la OTAN, confirmaron el ataque
en un comunicado que señala que no se registraron muertos entre sus
soldados, omite las cifras de heridos ni identifica las
nacionalidades de los soldados extranjeros.
Tras el atentado, la policía afgana acordonó la zona, aunque
canales televisivos mostraron imágenes de un automóvil con los
cristales rotos y del despliegue de las fuerzas de seguridad y
soldados estadounidenses.