Esa vasta alianza de fuerzas progresistas adelantó desde agosto pasado que desconocerá los comicios del próximo día 29 si no es restituido el orden constitucional y el presidente Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio pasado.

Ante el incumplimiento de esos objetivos, el Frente proclamó el pasado día 5 su desconocimiento activo del proceso electoral.

Unas elecciones impulsadas por un régimen de facto que reprime y atropella los derechos humanos y políticos de los ciudadanos, serían sólo una forma de validación de la dictadura de la oligarquía, afirmó en un comunicado.

Señaló también a esos comicios como un método para asegurar la continuación de un sistema que margina y explota a los sectores populares para garantizar los privilegios de unos pocos.

La participación en tal proceso le daría legitimidad al régimen golpista o a su sucesor que se instalaría de manera fraudulenta el 27 de enero de 2010, agregó.

Indicó que el desconocimiento de la farsa electoral se mantendrá firme aún cuando antes del 29 de noviembre, fuera restituido en su cargo el presidente Zelaya.

Precisó que el tiempo restante para la votación "es un lapso muy corto para desmontar el fraude electoral que se fraguó para asegurar que uno de los representantes de la oligarquía golpista sea impuesto".

Lo anterior no significa que hemos renunciado a nuestro reclamo fundamental de regresar a Honduras al orden institucional, que incluye el retorno del presidente Zelaya al cargo para el que fue elegido por el pueblo, subrayó.

El rechazo a las elecciones organizadas por el régimen de facto fue ratificado ayer por el coordinador general del Frente, Juan Barahona, durante una manifestación ante el Congreso Nacional.

Aquí nadie se cansa, nadie se rinde. Esta es una lucha de moral de un pueblo que despertó y aprendió a defender sus derechos, y que no se desanima porque estamos por los ideales de Francisco Morazán, aseguró Barahona en un discurso.