Cinco camiones
cisternas que transportaban combustible para las tropas de ocupación
de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en
Afganistán fueron incendiados hoy en la provincia paquistaní de
Balochistán.
De acuerdo con fuentes policiales citadas por el canal Geo News,
el ataque fue perpetrado por personas desconocidas en el distrito de
Bolan, cerca de la frontera afgana.
El conductor de uno de los vehículos de la OTAN resultó muerto en
el incidente, que no ha sido reivindicado hasta ahora por ninguno de
los grupos armadas que operan en el noroeste de Paquistán.
También en las cercanías de Afganistán, pero en este caso en la
Provincia de la Frontera del Noroeste, dos ataques suicidas dejaron
este viernes al menos 13 personas muertas y más de 50 heridos.
Los atentados con bombas tuvieron como blancos la sede de los
Servicios de Inteligencia Paquistaníes (ISI, por sus siglas en
inglés) en Peshawar, y una estación de policía en Bannu,
respectivamente.
Según los últimos reportes, en la explosión de Peshawar murieron
al menos 10 personas, mientras que en Bannu fallecieron otras tres.
La espiral de violencia que sacude a Paquistán coincide con la
ofensiva lanzada por el Ejército en la región montañosa de
Waziristán del Sur para desajolar a los rebeldes islámicos, en su
mayoría miembros del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP).
La organización, a la que se le atribuyen la mayoría de los
atentados, lucha por implantar en Paquistán la interpretación
radical del compendio de leyes islámicas o sharia.
Al TTP se le acusa además de tener vínculos con la red Al Qaeda y
de brindar respaldo al movimiento talibán de Afganistán.