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¡Que renuncien los cobardes, que renuncien los que
no tienen fe, que al deber no se renuncia; a la lucha no se
renuncia! Discurso
pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, ante el
pueblo congregado en el Palacio Presidencial para reafirmar su apoyo
al Gobierno Revolucionario y como protesta contra la cobarde
agresión perpetrada contra el pacífico pueblo de La Habana por
aviones procedentes de territorio extranjero, el 26 de octubre de
1959
No
vengo a pronunciar un discurso, vengo a conversar con el pueblo
(APLAUSOS), porque nunca como hoy, nunca como en instantes como
estos, es necesario la más absoluta comprensión entre el pueblo y
nosotros, porque, al fin y al cabo, nosotros aquí no somos otra
cosa, en este Palacio, en el Consejo de Ministros y en los cargos
responsables del Estado, no somos otra cosa que hombres del pueblo
que estamos sencillamente cumpliendo la voluntad del pueblo,
cumpliendo con los deseos del pueblo y satisfaciendo las
aspiraciones del pueblo; y nunca como en instantes como estos es
necesario que ustedes y nosotros seamos una sola cosa. Porque si nos
presentan batalla, ¡tendrán batalla! (APLAUSOS); si nos atacan, ¡nos
tendrán a todos como un solo ejército! (EL PUEBLO EXCLAMA: "¡Sí!").
No importa los desertores (EL PUEBLO EXCLAMA: "Al paredón"); no
importa los que desentonen de nuestro pueblo; no importa los que se
acobarden.. Nosotros sabemos que tenemos con nosotros a un pueblo
que no se va a acobardar (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), porque solo hay
una fórmula de vencer, solo hay para nuestro pueblo una forma de
salir adelante, solo hay para nuestro pueblo un modo de alcanzar la
victoria y es el valor (APLAUSOS).[... ]
Quiero, antes de proseguir, leer en primer término algunas
noticias: "UPI, 3:38 p.m.- Funcionarios del servicio de aduanas de
Miami están investigando las noticias de que seis o siete aviones
están en vuelo, de la región de Miami hacia La Habana, para lanzar
volantes contrarrevolucionarios sobre la concentración de apoyo a
Castro..." (EXCLAMACIONES) "...que se está realizando en la ciudad
de La Habana. El funcionario de aduana, Joseph Portier, dijo tenía
información de que se están realizando esos vuelos, no sabiendo qué
éxitos hayan tenido. Estamos tratando de ubicar a los agentes en
esos posibles vuelos. Portier dijo también que había despachado
agentes a diferentes aeropuertos de la región meridional de la
Florida. Según información, los aviones que tomaron parte en el
supuesto vuelo a La Habana eran alquilados y otros de propiedades
particulares...".
Al mismo tiempo, estando aquí ya en la tribuna, recibimos la
siguiente comunicación procedente de la Jefatura del Regimiento del
Ejército Rebelde en la provincia de Pinar del Río. Informa que "ha
volado una avioneta y ha volado por la ciudad tirando algunos niples,
y también una bomba incendiaria en el central Niágara, y quemó una
casa entre el correo y el cuartel. Fue a las seis y media pasado
meridiano; y también tiraron proclamas" (EXCLAMACIONES DEL PUEBLO).
Es decir que las propias autoridades de Miami reconocen que seis
o siete aviones salieron de esa región rumbo a Cuba, y que todavía
no se conocen los resultados de los vuelos.
Pues bien, podemos ya reportarles este primer resultado; y les
rogaríamos, si tienen la amabilidad, que de una vez nos reporten el
parte de guerra acerca de las "valerosas incursiones aéreas" contra
el pueblo de Cuba (EXCLAMACIONES DEL PUEBLO). Porque es el colmo ya,
es el colmo ya —y no se sabe si es cinismo o si es impotencia, no se
sabe si es desvergüenza o es indefensión absoluta para el pueblo de
Estados Unidos— el que las autoridades reporten noticias de la
quinta incursión aérea sobre el territorio nacional. ¿Cómo es
posible que las autoridades de un país tan poderoso, con tan
cuantiosos recursos económicos y militares, con sistemas de radares,
que se dice en condiciones de poder interceptar incluso proyectiles
dirigidos, se confiese ante el mundo incapaz de impedir que unas
avionetas salgan de su territorio a bombardear un país indefenso
como Cuba? (APLAUSOS). [... ]
¿Qué diría el pueblo de
Estados Unidos si avionetas procedentes, o aviones procedentes de
Canadá o de cualquier otro país próximo, se dedicaran a lanzar
bombas incendiarias y metrallas sobre fábricas y casas
norteamericanas?
Cuando
un pueblo ve agredido su territorio, cuando el territorio de un país
—caso insólito en la historia contemporánea— se ve agredido en plena
paz desde bases extranjeras, lo menos que puede hacer ese pueblo es
movilizarse para proclamar ante el mundo su protesta, porque no
tenemos aviones, no tenemos radares, no tenemos antiaéreas, pero
tenemos pueblo ¡y solo pueblo, y solo pueblo! (APLAUSOS), y solo con
el pueblo la nación cubana se moviliza en defensa de su Revolución,
y de la integridad de sus ciudadanos y de la seguridad de sus hijos.
Hemos movilizado lo que contamos, hemos movilizado al pueblo
cubano, hemos reunido un millón de cubanos en tres días solamente de
preparación, para proclamar ante el mundo, para proclamar ante todos
los pueblos del mundo nuestra protesta contra los actos de barbarie,
que en una sola tarde y en pocos minutos produjeron 47 víctimas en
nuestra población desprevenida e indefensa (EXCLAMACIONES). [... ]
¿Qué diría la opinión pública de Estados Unidos? Yo apelo, en
nombre del pueblo de Cuba, a la opinión pública de Estados Unidos,
al pueblo de Estados Unidos, porque no concibo ni creo que el pueblo
de Estados Unidos pueda estar de acuerdo jamás con semejante
negligencia, con semejante responsabilidad por parte de las
autoridades de ese país (APLAUSOS).
Yo me pregunto, ¿qué ocurriría?, ¿qué diría el pueblo de Estados
Unidos si avionetas procedentes, o aviones procedentes de Canadá o
de cualquier otro país próximo, se dedicaran a lanzar bombas
incendiarias y metrallas sobre fábricas y casas norteamericanas? Yo
me pregunto, ¿qué diría el pueblo de Estados Unidos si aviones
procedentes de otro país, como por ejemplo Canadá, realizaran una
incursión aérea sobre la capital de ese país, y como consecuencia de
ello los hospitales de la capital se llenasen de niños, ancianos,
mujeres y hombres heridos por la metralla? (APLAUSOS). [... ]
No se puede perseguir otro propósito que el propósito de
acobardar al pueblo. Es decir que están amenazando al pueblo de
Cuba, por un lado, con el estrangulamiento económico, quitándole su
cuota azucarera; y, por otro lado, someterlo al terror para que,
hostigado de un lado por los problemas económicos y del otro lado
por el terror, el pueblo cubano renuncie a su magnífico proceso
revolucionario, renuncie a la aspiración de implantar la justicia en
nuestro suelo (EXCLAMACIONES).
Porque, ¿qué motivos hay para atacar a Cuba? ¿Qué hemos hecho
nosotros para que nos ataquen? ¿Qué delito ha cometido Cuba? ¿Qué ha
hecho el Gobierno Revolucionario de Cuba —que quiere decir el pueblo
de Cuba— para merecer estas agresiones? ¿Por qué nos atacan? ¿Por
qué? Eso es lo que el pueblo debe preguntarse, y eso es lo que el
pueblo debe meditar, para comprender no solo ese hecho, sino para
comprender todos los demás que se relacionan con este hecho; para
comprender los problemas de afuera y para comprender los problemas
de adentro; para comprender las agresiones de afuera y para
comprender las traiciones de adentro. Porque tanto la agresión desde
territorio extranjero como la traición tienen una sola explicación.
La razón de la agresión y de la traición es, sencillamente, la
Revolución; la razón es que se trata de un proceso revolucionario
que lesiona poderosos intereses, y los intereses afectados por esta
Revolución se niegan a aceptarla tranquilamente. [... ]
¿Por qué se oponen a que entrenemos a los obreros y a los
campesinos? Bien sencillo: porque quieren un ejército al estilo
tradicional, quieren un ejército profesional como el de antes,
porque de esa manera albergan la esperanza de que ese ejército,
cuando pasen los años, pueda llegar a ser un día instrumento de la
reacción; porque tienen esperanzas de poder encontrar a algún
ambicioso, a algún traidor, como este que acaba de aparecer
(EXCLAMACIONES). Tienen la esperanza de que con un ejército
profesional puedan algún día corromper oficiales, puedan algún día
corromper soldados, y que en cualquier momento las fuerzas armadas
de la república pudieran ser los grandes factores en los destinos
del país; porque recuerden que los grandes privilegios, los grandes
intereses de los latifundistas, los intereses poderosos afectados
por la Revolución, todos esos intereses y privilegios tenían un
instrumento: el ejército. ¡El ejército era el instrumento de los
intereses extranjeros y de los peores intereses nacionales, que por
algo el ejército de Cuba tenía instructores extranjeros! (APLAUSOS.)
Los mejores aliados de los
soldados son los campesinos y los obreros, que el mejor aliado del
Ejército Rebelde es el pueblo
Como saben que el pueblo es una tremenda fuerza revolucionaria,
como saben que un pueblo entrenado es un pueblo preparado para
combatir en defensa de sus conquistas, son alérgicos estos señores a
todo lo que implique entrenamiento de obreros y campesinos
(APLAUSOS).
Por otro lado, nosotros concebimos que los mejores aliados de los
soldados son los campesinos y los obreros, que el mejor aliado del
Ejército Rebelde es el pueblo (APLAUSOS). [...]
La reacción no quiere eso; la reacción lo que quiere es un pueblo
desarmado y un ejército que se corrompa, para que algún día pudiera
servir de freno a la Revolución y hacer retroceder a nuestra patria
(APLAUSOS). Eso es lo grave de la traición de Hubert Matos, porque
fue el primer intento de utilizar militares contra la Revolución, de
utilizar militares contra los derechos del pueblo cubano
(EXCLAMACIONES DE: "¡Fuera!"); fue el primer intento de corrupción
de oficiales para utilizarlos contra el pueblo, contra los intereses
del pueblo, contra la Revolución Cubana. Por eso la reacción no
quiere que los obreros y los campesinos se entrenen, porque tienen
siempre la esperanza de que, si toda la fuerza del país es un
ejército profesional, pudieran algún día conquistar a alguno o
algunos oficiales, pudieran algún día corromper a ese ejército y
tener un instrumento con que volver a perpetrar aquí golpes de
Estado como el del 10 de Marzo, que nunca más se repetirán en
nuestra patria (APLAUSOS).
Frente a ese concepto de ejército profesional y de defensa del
país con ejército profesional, está nuestro concepto revolucionario
de defender al país con el pueblo, con todas las fuerzas del pueblo,
con todos los brazos del pueblo, con todos los corazones del pueblo
(APLAUSOS). [... ]
Un pueblo que se siente orgulloso de poder proclamar que no
aspira a hacerle daño a nadie, que no aspira a perjudicar a ningún
otro pueblo del mundo, y que solo aspira a vivir de su trabajo, y
que solo aspira a vivir de los frutos de su inteligencia, y que solo
aspira a vivir del fruto del esfuerzo de sus brazos; pero que, por
defender esa aspiración a cumplir un destino en este mundo, para
defender esa aspiración noble, derecho inalienable e irrenunciable
de cualquier pueblo, grande o pequeño, hoy, ayer o mañana
(APLAUSOS), por defender esa aspiración el pueblo cubano está
dispuesto a pelear.
¡Sigan con nosotros todos los valientes, sigan con nosotros todos
los que tengan fe (APLAUSOS), sigan con nosotros los que estén
dispuestos a darlo todo, y dejen de una vez la nave de la Revolución
los que no se sientan con valor, o los que duden!
¡Que renuncien los cobardes, que renuncien los que no tienen fe,
que al deber no se renuncia; a la lucha no se renuncia!
(APLAUSOS Y EXCLAMACIONES.)
Ese espíritu de sacrificio del pueblo, ese despertar de la
conciencia de nuestro pueblo, esa disposición en que está de hacer
los sacrificios que sean necesarios, esa convicción de que su
destino solo lo compra con sacrificios, esa seguridad de que solo de
sus fuerzas depende y que solo los pueblos heroicos tienen derecho a
ser pueblos libres y pueblos felices y pueblos independientes
(APLAUSOS); eso es lo que nos alienta: contar con un pueblo que está
dispuesto a los sacrificios que sean necesarios (APLAUSOS); contar
con un pueblo que posee el valor suficiente para enfrentarse a todas
las contingencias, y poder decirles a nuestros enemigos que vengan,
que tiren bombas, que tiren metralla, que ataquen, que la nación se
defenderá hasta la última gota de su sangre (APLAUSOS); que Cuba no
se dará jamás por vencida, que cada casa será una fortaleza, que
pelearemos en los frentes y en la retaguardia, y utilizaremos todas
las armas, y que solo encontrará, quien intente apoderarse de Cuba,
como decía Maceo, el polvo de su suelo anegado en sangre (APLAUSOS).
[...] Discursos y fotos tomados del periódico Revolución |