|
La Universidad llama dos veces
Joel Mayor Lorán
Ana Lidia convence con su voz franca y dulce: "no quiero que
ninguno de los que están aquí sienta vergüenza, porque todos
vinieron a aprender". La profesora les anima a creer en sus
posibilidades, si escuchan y estudian lo suficiente.
Aunque
algunas faltas parecen inconcebibles, los profesores explican una y
otra vez, y exhortan a los alumnos a esforzarse más en lugar de
rendirse.
Pronto tendrán una segunda oportunidad; de aprobar, unos
reemprenderían la carrera, ya casi finalizada, y los otros
conseguirían el acceso a la Universidad. Con ese propósito, las 191
Facultades Obrero Campesinas (FOC) del país desarrollan nuevos
cursos.
TIEMPO AL ESTUDIO
La misión consiste en preparar a los que suspendieron en
septiembre el examen de Matemáticas para el ingreso a la educación
superior y, por tanto, no pudieron presentarse a los de Español e
Historia. Muchos volverán a intentarlo, durante el primer semestre
del año próximo.
En las FOC reciben también a cuantos enfrentarán tales pruebas
por primera ocasión. E igualmente procurarán remediar los problemas
ortográficos de los universitarios que obtuvieron calificaciones por
debajo de 60 puntos en el diagnóstico aplicado el 23 de mayo.
Una vez más, la enseñanza superior les tiende los brazos, pero
exige que matriculen únicamente quienes estén aptos... y la calidad
distinga a los graduados.
María Josefa Pérez, directora de Educación de Adultos del
Ministerio de Educación, señala que estos cursos opcionales implican
un notable esfuerzo del país. Estudiantes y trabajadores disponen de
profesores calificados, especialistas en sus respectivas
asignaturas.
"Con el paso de las semanas se ha incrementado la matrícula,
suman más de 10 000 entre ambos cursos. Sin embargo, los alumnos
deben percatarse de su responsabilidad en el aprendizaje, de la
necesidad de dedicarle tiempo a su autopreparación y al estudio
individual".
Isel Parra, directora nacional de Formación del Personal
Pedagógico, sostuvo que no solo han reelaborado los programas para
adecuarlos a los objetivos actuales, sino también que está en
proceso de edición un periolibro para entregar a cada estudiante.
Matemáticas
resulta difícil. Por eso, la profesora provoca el análisis colectivo
y, paso a paso, llegan a la respuesta entre todos.
Juan Ramón Montaño, metodólogo nacional de Español-Literatura,
afirma que ambos programas remiten a una bibliografía al alcance de
los estudiantes, basada en los cuadernos de Ortografía de las
diversas enseñanzas y el tabloide de Universidad para Todos, entre
otros textos.
Mas, aclara Montaño, el problema ortográfico es apenas un reflejo
de otro mayor con la lengua española, que no involucra únicamente a
los escolares. Hemos de trabajar con el vocabulario, la gramática,
la comprensión y la construcción de textos.
¿PUEDEN LOGRARLO?
Tan difícil como cambiar un modo de escribir sumamente errático,
resulta escapar del hechizo de las lecciones de la profe Ana Lidia
Miranda. "El corazón es un ser escondido dentro de mí, encargado de
contar los instantes de mi vida", así comienza el dictado.
De los errores se aprende, dice e invita a la pizarra a un
valiente, a copiarlo. Analiza signos de puntuación y palabra por
palabra con la participación del grupo... desde cero, sin
sobreentendidos de ninguna clase, sin confiar en que conocen las
reglas, pues precisamente el desconocimiento los ha llevado a esta
aula de la FOC Julio Antonio Mella, en Artemisa, provincia de La
Habana.
José Ramón Pons suspendió el examen diagnóstico, pero espera
mucho de estas clases. "Son especiales, principalmente para mí,
profesional de la Educación. Quiero escribir bien mi idioma, mi
lengua, o qué ejemplo sería para mis estudiantes cuando me gradúe
como Licenciado en Informática. La profesora tiene vocación, amor
por lo que hace; solo así se puede transmitir conocimientos".
Con 17 años frente a la pizarra, y pleno dominio del arte de
enseñar, Ana Lidia ha comprendido cuál es el reto. "Hay lagunas
serias, alumnos con 22 puntos de menos por ortografía. No obstante,
con empeño de su parte, y nuestra ayuda, pueden lograrlo. Ahora
están en un aula diseñada para resolver esos problemas".
NO RENDIRSE, PERSISTIR
Pese a que recién terminan de trabajar y continúan con el curso
hasta las nueve de la noche, algunos se quedan aún más tarde.
Aprecian las clases como un espacio para prepararse. Han comprado
los tabloides. Y la matrícula sería mayor si todos los medios
hubieran insistido en divulgar esta nueva oportunidad, afirma Jovana
Robert, directora de la FOC Juan Manuel Márquez, en el municipio
capitalino de Marianao.
Como
ella, que no falta a clases así tenga que traer a su hijo, los
estudiantes deben percatarse de su responsabilidad en el
aprendizaje, de la importancia del estudio individual.
Yuselín Lemus no dudó en incorporarse. Mucho ha escuchado hablar
sobre los exámenes de ingreso, máxime entre sus compañeros de clase,
pero no les teme, por cuanto aprende en la escuela. "Algunos acuden
a profesores particulares o repasan el contenido por sus medios,
porque no conocen de este curso".
Pierden la ocasión de resolver complejos problemas matemáticos,
aprender las propiedades de los logaritmos, y hacer de esta ciencia
un aliado en pos de su futuro, mediante las habilidades que les
proporciona la profesora Natacha Hernández en el aula. Ella provoca
el análisis colectivo y, paso a paso, juntos llegan a la respuesta.
Entretanto, Felina Rodríguez enseña ortografía por medio de
textos con canciones y poemas, convida a sus pupilos a no borrar los
errores sino encerrarlos en un círculo —para recordar en qué se
equivocaron— y, aunque algunas faltas parecen inconcebibles, ella
explica y exhorta a esforzarse más.
El tesón propicia el surgimiento de diversas ideas, y la
aceptación de los alumnos. De acuerdo con Jovana, el 25 y 26 de este
mes serán Días de la Ortografía, cuando los monitores dirigirán la
escuela desde el vespertino hasta la comprobación en el aula;
además, con frecuencia realizan dictados que evalúa el consejo de
dirección.
Aulas, textos, excelentes maestros que incluso perfeccionan su
preparación metodológica, ¿qué más puede pedirse? Tenacidad y
aplicación para que tanto sacrificio no sea en vano. La Universidad
vuelve a llamarles, solo tienen que estar verdaderamente listos. |