.—
Círculos políticos del Líbano y del resto del Medio Oriente
mostraron hoy su escepticismo sobre la formación del nuevo gobierno
de unidad, al cumplirse casi 120 días de la designación de Saad
Hariri como primer ministro.
Hariri, líder de la mayoría parlamentaria libanesa y del
Movimiento Futuro, ha sido incapaz de honrar el encargo hecho en
junio por el presidente Michel Suleiman, para que integrara un
ejecutivo de asociación con los partidos opositores.
Discrepancias con el jefe del bloque legislativo Cambio y
Reforma, el cristiano maronita Michel Aoun, constituyen el principal
escollo para que el hijo del extinto ex primer ministro Rafiq Hariri
consiga armar el gabinete de reconciliación.
Después de los comicios parlamentarios del 7 de junio, Suleiman
encomendó la formación de un gobierno de unidad, pero las fricciones
políticas mantienen desde entonces al país con un equipo en
funciones.
Medios locales describen el impasse como prueba de la incapacidad
de los bloques para descubrir la fórmula mágica que permitiría que
la sociedad se refleje en un gobierno real.
Según analistas, este miércoles se advirtió el punto de declive
del optimismo mantenido en los últimos meses con la falta de
entendimiento entre los aliados del oficialismo y los de la
oposición, básicamente los líderes cristiano-maronitas.
El general (r) Aoun, aliado del principal grupo opositor Hizbulah
(Partido de Dios, chiita), afirmó que se estaba formando un gobierno
sin nuestro conocimiento, en alusión a supuestos complots preparados
contra su bloque por el también cristiano-maronita Samir Geagea.
Aoun reaccionó así ante lo que consideró exceso de optimismo
entre algunos diputados, luego que la mayoría trasmitió la idea de
que el gabinete estaba completo y podría constituirse en cualquier
momento.
Por su lado, Geagea, dirigente de Fuerza Libanesa que integra la
bancada mayoritaria 14 de Marzo liderada por el musulmán sunnita
Hariri, emplazó a Aoun a aceptar nuestras condiciones (para integrar
el ejecutivo) o mantenerse en la oposición.
El primer ministro designado dijo estar sorprendido por las
declaraciones de Aoun, también jefe del Movimiento Patriótico Libre,
dado que la relación del gabinete ya estaba casi completada y el
dirigente opositor la había aceptado.
A su vez, Walid Jumblatt, cabeza de la Unión Democrática y aliado
de Hariri, advirtió a Aoun de quedar atrapado en una "puja o guerra
respecto a la representación cristiana en el ejecutivo.
Tanto el gobierno de Siria como el de Egipto mostraron
preocupación por la demora en constituir el gabinete libanés, e
instaron a todas las partes a agilizar los esfuerzos para evitar un
vacío institucional que, como en años anteriores, derive en mayor
rivalidad.