.— Europa y Latinoamérica
solicitaron más financiamiento en medio de la crisis económica para
lograr la credibilidad de los planes de acción contra el cambio
climático y evitar el fracaso de la conferencia de Copenhague.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavaros Dimas, afirmó
que sin dinero sobre la mesa no habrá acuerdos en Copenhague, donde
la comunidad internacional se dará cita entre el 7 y el 18 de
diciembre para convenir un plan mundial contra el cambio climático.
Durante esta semana tuvieron lugar dos reuniones ministeriales
europeas de Finanzas y Medio Ambiente que culminaron sin un acuerdo
referente a la contribución financiera de los países de la Unión
Europea (UE).
Se trata del aporte para contrarrestar el impacto del cambio
climático en los países pobres, cuestión que tratarán de zanjar en
la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE, el 29 y 30 de
octubre, en Bruselas.
La Comisión Europea calcula en unos 100 mil millones de euros
anuales la ayuda requerida entre 2013 y 2020, y evalúa que los
miembros de la UE deberían contribuir entre dos mil y 15 mil
millones de euros anuales, muy por debajo de los 35 mil millones que
reclaman los ecologistas.
Pero algunos países como Alemania no están dispuestos a
desembolsar ese monto, con el argumento de que otras grandes
naciones, como Estados Unidos y Japón, no se han pronunciado al
respecto.
Entre tanto, los países de América Latina demandaron mayores
capitales para desarrollar proyectos de adaptación de sus economías
a la lucha contra el cambio climático en las áreas de energía,
agricultura y salud.
Cerca de 60 representantes gubernamentales de 18 naciones de la
región expresaron en el seminario Cambio Climático y Planificación
Nacional a Largo Plazo en Iberoamérica, celebrado en Río de Janeiro,
sus limitaciones financieras para asumir energías alternativas.
La directora de Medio Ambiente y Energía del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, Veerle Vandeweerd, reconoció que
existe un compromiso en la región para cambiar las economías a favor
de la naturaleza.
También alertó sobre la necesidad de cambios rápidos y tratar el
problema de forma global, pues los pobres son los más afectados por
el cambio climático.