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El ministro del Interior de Irán, Mostafa Mohammad-Najjar, viajó hoy
a Paquistán para coordinar posibles acciones conjuntas en la lucha
contra el terrorismo, luego del atentado que causó 42 muertos en el
sureste del país.
Mohammad-Najjar dialogó con autoridades militares y de seguridad
paquistaníes a fin de cerrar el círculo en torno al grupo Jundulah
(Soldados de Dios), que se atribuyó la autoría del ataque suicida
perpetrado en la provincia de Sistán-Balouchestán.
Entre las víctimas fatales del atentado del pasado domingo, al
menos 15 eran miembros o altos mandos del Cuerpo de Guardianes de la
Revolución Islámica (CGRI), incluido el subcomandante de las fuerzas
terrestres de esa estructura de élite, Nour-Ali Shoushtari.
Según datos oficiales, otras 28 personas resultaron heridas por
la acción violenta ejecutada durante una reunión del CGRI con
líderes tribales sunnitas y chiitas, en la ciudad de Pishin, en la
frontera común con Paquistán.
Medios oficiales en Teherán indicaron que el ministro iraní
propuso a su contraparte en Islamabab mayores esfuerzos para
combatir a la agrupación terrorista sunnita, además de que
discutieron problemas de seguridad y ciertos temas bilaterales.
El jefe del CGRI, general Mohammad-Ali Jafari, afirmó el lunes
pasado que la delegación iraní presentaría pruebas del
involucramiento de Estados Unidos, Gran Bretaña y Paquistán en el
ataque suicida.
Un día después, el canciller Manouchehr Mottaki responsabilizó a
agencias de espionaje extranjeras de estar detrás del atentado y
aseguró que los autores del crimen residen en Paquistán, pero violan
las regulaciones fronterizas de Irán y Paquistán.
Paquistán negó todo nexo con el grupo irregular, aunque es
conocido que las bases de esa agrupación se ubican en su territorio,
desde donde afirman luchar por los derechos de las tribus sunnitas
baluchis frente a las autoridades chiitas del gobierno iraní.