Aunque el ron de Cuba tiene más de siglo y medio, y en su
añejamiento se utilizan barriles norteamericanos, las leyes del
bloqueo económico, financiero y comercial de EE.UU. a la Isla
impiden venderlo en esa nación.
Estados Unidos consume el 40 por ciento de las bebidas que se
comercializan en el orbe, y al estarle vedado a marcas como Havana
Club -la líder de la mayor de las Antillas-, Varadero, Caney,
Mulata, Santero, Legendario, Arecha, Santiago y Cubay, todas de
Cuba, hay que recurrir a Europa, Asia, América Latina y Canadá para
venderlas.
Las pérdidas económicas por este concepto ascienden a unos 95
millones de dólares anualmente, señaló en esta capital Juan González
Escalona, vicepresidente de la Corporación Cuba Ron S.A., al
advertir que -no obstante el reconocido prestigio y calidad de
cuanto produce la Isla en este frente- solo puede venderlo en el 60
por ciento del mercado mundial.
Incluso, el país está en condiciones de incrementar sus
producciones, pues cuenta con un potencial de seis millones de cajas
al año para exportar, incluidos rones de ciclo corto y otros con
mayor añejamiento, dijo el directivo en un encuentro con la prensa.
De no existir el bloqueo, Cuba podría suministrarle a EE.UU. dos
millones de cajas en breve tiempo, subrayó.
González señaló que las pérdidas monetarias en estas cinco
décadas son significativas, pues no solo se refieren a lo dejado de
comercializar en el principal mercado de bebidas, el norteamericano,
sino también a gastos en la importación desde Europa de contenedores
de envases, a altos fletes.
Las afectaciones materiales incluyen lo que el país hubiera
podido hacer con los ingresos, a favor del pueblo y de su economía,
expresó el funcionario.
Lo que sí no han podido, ni podrán hacer jamás, es obstaculizar
la tradición de hacer buenos rones, como el Havana Club, con su
añejamiento natural y las exigencias y experiencias de nuestros
maestros productores, aseguró el vicepresidente de Cuba Ron S.A.