Actualizado 3: 45 p.m. hora local

A punto del adiós, taller de experiencias del trabajo social

MARIA ELENA ALVAREZ PONCE

El II Taller Nacional de Experiencias del Trabajo Social concluirá este viernes en el Centro de Convenciones Pedagógicas de Cojímar, tras exponer resultados, evaluar prácticas, definir prioridades y aportar sugerencias para bien de esta labor.

"Nuestros sueños de justicia" ha sido la divisa del encuentro, y muchos sueños posibles e imprescindibles han estado amasando juntos desde la sesión inaugural, el martes último, los trabajadores sociales, profesores y especialistas participantes.

El programa científico incluyó conferencias magistrales, paneles y el análisis de 68 ponencias, seleccionadas por su calidad, rigor y aportes, entre las mejores presentadas en los talleres municipales, regionales y provinciales.

Oportunidad para el intercambio y, también, para el aprendizaje, en aras del perfeccionamiento de una labor que apuesta por el ser humano, es este encuentro nacional, con temas para la reflexión y el debate colectivos de enorme interés y trascendencia.

Destacan, por ejemplo, el trabajo social y la prevención del delito, las particularidades del quehacer con la familia, la población infantil y la comunidad, los mecanismos para la acción social integral y la atención a personas con necesidades especiales.

Para la sesión de clausura del Taller Nacional están previstos un diálogo abierto con Enrique Gómez Cabezas, jefe del Programa de Trabajadores Sociales, acerca de las prioridades y los principales proyectos de este movimiento juvenil, y la premiación de los mejores trabajos expuestos en cada comisión.

Por lo pronto, la conclusión número uno de estas jornadas de trabajo es que queda un mundo de cosas por hacer y que el trabajo social ha de ir a la médula, al origen y causas de los problemas, y ayudar a prevenir, a educar, y movilizar voluntades e integrar esfuerzos, para transformar ambientes, circunstancias, mentalidades y conductas.

Saber, por ejemplo, que hoy por hoy el 48,7 por ciento de los procesados por la comisión de delitos no tienen vínculo estudiantil o laboral alguno, es un llamado a todos a preguntarse, a revisarse por dentro y a actuar, porque tan sólo ese dato revela grietas, fallas que urge corregir en la dinámica familiar, la escuela, la comunidad y la sociedad. (AIN)

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas | Especiales |

SubirSubir