Que el oxígeno comience a echar raíces

Joel Mayor Lorán
Joel@granma.cip.cu

Son ellos quienes van a respirar el aire del mañana. Por tanto, nadie mejor que los niños para intentar oxigenarlo. En lugar de poner su granito de arena, les corresponde plantar su árbol. Y la misión no puede esperar, de modo que un equipo de Granma quiso conocer cuán activa resulta la participación de los pioneros en este empeño.

Foto: Raúl LópezNadie mejor que los niños para sembrar árboles y, con estos, el oxígeno del mañana.

UNA PROPUESTA SINGULAR

En la escuela primaria Juan Antonio Triana, del capitalino municipio de Plaza, los chicos han acogido con cariño una bella tradición: cada año, el gobierno del territorio premia a los ganadores del concurso Los árboles de mi barrio, en el cercano parque Villalón, y entrega posturas a los niños para sembrarlas en sus casas.

Sachi, Jennifer, Elizabeth, Liz Marian y Lisset, entre otros, compitieron con dibujos y diversas creaciones. Mostraron su aprecio a la naturaleza y fueron distinguidos con diplomas. El pasado 10 de octubre acudieron a la cita para celebrar el aniversario 105 del Día del Árbol en Cuba.

Foto: Ismael BatistaEl reto consiste en lograr que todos los colectivos pioneriles se unan a la reforestación, asegura Yamilé Ramos, presidenta de la OPJM.

Pero no era la primera vez que abordaban el tema. Ya Sachi y Katherine Daniela habían indagado sobre la vida de José Ramón Villalón, oficial del Ejército Libertador y luego secretario de Obras Públicas a inicios de la neocolonia, quien propuso crear un parque e invitó a los vecinos a vestirlo de verde natural.

"Al principio era una tarea de Historia de Cuba, solo que nosotros quisimos hacerla en forma de trabajo investigativo. Hablamos con la hija de ese mambí, usamos información de un folleto sobre sitios históricos de la localidad y buscamos en Internet."

Ese entusiasmo les llevó a leer, preguntar, conocer en torno al imperativo de un pulmón vegetal que espire aire puro desde cada rincón de la ciudad. Especialistas consideran necesarios otros 16 000 árboles para cubrir el perímetro urbano. Podrán contar con estas pioneritas si las convocan en nombre de su pedacito de planeta.

LA FIESTA DEL ÁRBOL

Así le llaman en la secundaria Carlos Juan Finlay a la tradición que les reclama cada 10 de octubre hacia ese parque del Vedado. De acuerdo con Alfredo Llanes, director del plantel, ese día no solo plantan árboles, también explican la importancia de cuidar el medioambiente.

Al pequeño Norberto Alejandro le entregaron un diploma y una postura para llevarse a casa. Los presentó en su CDR y, según parece, transmitió el afán de los ambientalistas, pues los vecinos le acompañaron a sembrar la planta en el jardín del edificio. Mientras, a su compañerita Diana Armela, le ayudó su mamá.

Llanes explica que la escuela desempeña un papel esencial en la reforestación. "Es una de las actividades principales del movimiento de pioneros exploradores para el curso. Antes atendíamos solo los jardines del centro; sin embargo, este sábado recibimos las primeras 20 plantas.

"Ya tenemos un intercambio con el vivero situado en 15, entre J y K. Todos los días vienen y recogen las bolsas de yogur vacías (no se descomponen). Van a crear un círculo de interés de reforestación en cada grado."

Hoy mismo, este equipo coincidió con el momento en el que los muchachos abrían huecos y apisonaban la tierra sobre las raíces de futuros grandes árboles.

NATURALEZA EN EL AULA

Desde chiquitines, en la primaria Eterno Baraguá, en el municipio de La Lisa, los niños aprenden a querer la naturaleza. En cada aula tienen un almanaque dedicado a ella, y lo actualizan día a día con el estado del tiempo, dibujos y frases.

Asignaturas como El mundo en que vivimos, Ciencias Naturales, Educación Cívica y Geografía son encauzadas hacia un mismo propósito: educarles en la preocupación por su entorno, sobre todo el lugar donde viven, subraya Daymara Silveira, subdirectora del colegio.

"El 5 de cada mes es el día escogido para sembrar un árbol, o una planta ornamental. A los niños les gusta. Todos participan. Algunos hacen la cerquita para protegerlo. Otros lo riegan. La organización de pioneros prepara concursos. Y en sexto grado realizan un trabajo de investigación vinculado a la problemática de la comunidad, en el que prueban lo aprendido sobre el tema medioambiental."

Una y otra idea aluden a una obra coherente de formación; de ellos han de surgir mejores seres humanos.

DESAFÍO PARA TODOS

El reto consiste en lograr que la totalidad de los colectivos pioneriles se unan a la reforestación. Todos no trabajan de la misma manera, ni han hallado un lugar donde plantar sus árboles; a veces, en la escuela no existe espacio suficiente, indica Yamilé Ramos, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM).

Entonces, los convocamos a recolectar plantas y hacer un vivero, para entregárselas a la delegación de la Agricultura. Pero no siempre la Agricultura responde como quisiéramos, cuando esperamos que vengan a recoger esas plantas o citamos a los pioneros para que los lleven a sembrar árboles, en ocaciones nos cambian la fecha, añade.

"La reforestación constituye una prioridad nuestra, y de la UJC. En la estrategia para la vinculación a las tareas productivas, hemos previsto que los pioneros contribuyan desde la comunidad, atendiendo a las necesidades del territorio." Ramos aludió a que no se trata solo de plantar sino de regar, escardar y mantener cuanto hicieron.

"Nosotros, de conjunto con los ministerios de Educación y de la Agricultura, hemos de abrirle paso en cada colectivo a la creación de círculos de interés forestales y otros relacionados. Los organismos tienen que ir a la escuela —como establecen las resoluciones sobre formación vocacional— y exponer a los alumnos qué es la silvicultura, cómo sembrar un árbol y cuánto tiempo ha de esperarse para poder emplear su madera. Necesitan esa explicación."

El planeta se ahoga por falta de aire puro. Este Caimán quiere ser tan verde como lo necesita. También el follaje de una ciudad y la vegetación de los campos señalan la calidad de vida de sus habitantes. Por eso, hasta los más chicos han de procurar que el oxígeno comience a echar raíces en su barrio desde hoy mismo.

 

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