A partir del foro interactivo homónimo, organizado por la Unión
de Escritores y Artistas de Cuba y Cubarte, se celebró el coloquio
Medio siglo de Revolución en la cultura cubana en el que
intervinieron prestigiosas personalidades del sector, entre ellas la
reconocida investigadora y ensayista Graziella Pogolotti.
La iniciativa fue parte del jubileo por el Día de la Cultura
Cubana y se insertó en un programa mayor que durante toda una semana
despliega la Asociación Hermanos Saíz en el céntrico Pabellón Cuba,
en esta capital.
Precisamente el intercambio se inició con una disertación de
Pogolotti, aguda estudiosa de los procesos culturales cubanos, y
quien subrayó la doble dimensión de la Campaña de Alfabetización
como punto de arranque de una labor cultural amplia y diversa,
porque su significación, dijo, no se limita a haber dotado de
herramientas para su desarrollo a una gran masa de personas carentes
hasta entonces de ellas, sino que aportó un diálogo, una interacción
campo-ciudad, y una concepción de la cultura más honda, como la
expresión que nos define y no como mera sumatoria de manifestaciones
artísticas.
Graziella rehusó a apelar a la contabilidad de los logros en el
sector, y enfatizó: "hemos aprendido a pensar la cultura de otra
manera".
Asimismo, a partir de las preguntas de los internautas en el
foro, se pronunció el investigador Fernando Martínez Heredia, Premio
Nacional de Ciencias Sociales, quien afirmó que "todo es más
complejo de lo que pensábamos antes", y como una ganancia relevante
aludió a la conciencia de la diversidad de lo cubano y de la
necesidad de lograr unidad a partir de la aceptación de lo diverso.
Consideró que la cultura popular cubana se vincula con la
política y valoró esta condición como un escudo, como una fuerza
frente a la arremetida capitalista y sus presiones homogenizadoras.
El historiador Eduardo Torres Cueva, director de la Biblioteca
Nacional José Martí, recordó que la cultura no es estática, y que
cada generación tiene que refundarla sobre la base de sus ancestros,
valoró la historia como experiencia, y sostuvo que la cultura vive
con la dinámica de su tiempo.
Jesús Gómez Cairo, musicólogo y director del Museo Nacional de la
Música, sostuvo que fue la Revolución la que dignificó a autores e
intérpretes que antes solo eran vistos como portadores de
entretenimiento.
Resaltó el valor aglutinador de la música, y recordó que fue esa
manifestación artística, en especial el himno que después devino
patrio, la que generó la selección del 20 de octubre como Día de la
Cultura Cubana.
El periodista y crítico Pedro de la Hoz se refirió a un proceso
de democratización de la cultura al que llamó "inédito", y el cual
permitió que habitantes de lugares recónditos y de todos los
estratos sociales tuvieran acceso al conocimiento y al desarrollo
espiritual.
En otro momento aludió a la "diversificación de la pantalla" y a
un proceso descolonizador del espectador, al contacto cotidiano del
cubano con los libros, fenómeno que no se circunscribe, a pesar de
su impulso y de su dimensión popular y masiva, a la Feria
Internacional del Libro que se celebra anualmente.
Saludó el acceso a nuevos medios de comunicación, recordó que se
trata de instrumentos tecnológicos a los que se debe acceder con
ética, y llamó a un aprendizaje, a lograr un internauta culto, y a
generar una educación mediática.
Entre los asistentes a estas exposiciones estuvieron Rafael
Bernal y Fernando Rojas, viceministros de Cultura; y Luis Morlote,
presidente de la Asociaciòn Hermanos Saíz.