El
incendio de un pozo petrolero es un panorama dramático. Las
bocanadas de llamas y humo tóxico son desoladoras. No menos triste
es observar ese gas ardiente que en forma de antorcha brota hacia el
cielo. Afortunadamente, en Cuba, son eventos en extinción debido a
una política encaminada a lograr un verdadero desarrollo sostenible.
Al reparar solo en estos dos sucesos que impactan el medio
ambiente con crueldad, uno se da cuenta de la magnitud del galardón
que recientemente otorgaron al Área de Extracción de la Empresa de
Perforación y Extracción de Petróleo Centro.
El Premio Nacional de Medio Ambiente significa para los
petroleros yumurinos una suerte de desafío que los impulsa a crecer
en conciencia a favor de proteger la naturaleza.
Para ellos resulta difícil esa lucha permanente, tenaz, educativa
y consciente en la protección del medio ambiente.
Es un reconocimiento enteramente justificado en lo particular,
porque la prosperidad de los hidrocarburos en esta región matancera
ha debido levantarse sin importunar al turismo, con absoluto respeto
ambiental.
Petróleo y turismo se han visto obligados a vivir en perfecta
armonía en un escenario codiciado por sus bondades naturales.
La especialista Yodalis Hernández asegura a Granma que el
resultado en favor del medio ambiente no es cosa de unos días. "Son
20 años de trabajo sostenido", dijo luego de admitir que la
industria petrolera, desde el punto de vista ambiental, es un reto
constante por constituir un elemento de alto riesgo atmosférico e
implicar otros peligros ambientales.
Entre las razones de peso Yodalis menciona el sistema de
recolección cerrada del yacimiento Varadero, lo cual eliminó la
contaminación atmosférica en zonas cercanas al balneario y la
localidad de Santa Marta; y más importante aún la entrada en
explotación de la planta ENERGAS, que además de eliminar las
antorchas donde se quemaba el gas, aprovecha este para la producción
de electricidad en beneficio de la red nacional (280 MW/h) y otros
subproductos, como nafta, gas licuado y azufre.
Amplía que otras garantías son la utilización de gas limpio como
combustible en las calderas de la planta de procesamiento y
tratamiento de crudo, en sustitución del petróleo crudo que antes se
usaba como carburante, y por consiguiente una reducción de la carga
contaminante de CO2. A ello se suma la construcción del Oleoducto
Varadero-Matanzas, sistema que eliminó el trasiego de buques
cisterna por las áreas cercanas a Varadero.
—¿Otros elementos básicos que aporten seguridad?
"Existe un grupo considerable de medidas, pero consideramos que
es cardinal el enfoque preventivo. Cada nueva inversión debe contar
con su licencia ambiental, y existe control para prevenir y
solucionar los principales problemas ambientales a corto, mediano y
largo plazos que incluye el cuidado de los suelos, el monitoreo de
la calidad del aire, así como la vigilancia sobre los equipos que
usan gas freón 22, el tratamiento de las descargas de sustancias
susceptibles de provocar contaminación en los cursos de agua,
bahías, aguas costeras, subterráneas o de cualquier otro tipo".
—¿Cuál es el aporte más notable?
"Contar con un personal calificado. Es el mayor mérito entre
todos. Los obreros están dotados de buena preparación, en tanto los
técnicos muestran alto nivel profesional. El presente y futuro de la
Empresa está en manos capaces".