La
ubicación de la Villa Deportiva, la tardanza en su construcción y
sus inconvenientes para brindar seguridad a los participantes,
fueron preocupaciones de los países del área planteadas al Comité
Organizador de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
El Comité Ejecutivo de la Organización Deportiva Panamericana
(ODEPA) —que en mayo del 2006 aprobó la solicitud azteca para montar
la venidera cita— reunido durante dos días en México analizó los
contratiempos que han retardado el comienzo de las edificaciones,
proyectadas para acomodar a más de 7 500 atletas y técnicos. Las
obras debieron iniciarse en un lugar cercano a la zona urbana
conocida como El Barranco, en las afueras de Guadalajara.
Fue evidente para los convocados en tierra mexicana que, durante
algún tiempo, hubo falta de control de las autoridades de la ODEPA
sobre la construcción de la Villa y las demás instalaciones de cara
al clásico continental, señalado del 13 al 30 de octubre del 2011. A
ello se suma el hecho de que desde los primeros meses de este año
existe inconformidad porque se estaba gestando un cambio en la
ubicación de esos albergues, desplazándolos hacia el centro de la
ciudad.
La pretendida variante motivó lógicas preocupaciones. El reducido
espacio dispuesto para la obra (una superficie de terreno menor que
la autorizada) no garantiza las condiciones adecuadas de seguridad
ni de comodidad para los deportistas, pues en esa zona citadina
existen otros edificios altos.
Además, a la hora de acometer los trabajos en medio de un área
poblada, surgirán numerosos obstáculos como hallar sitio para
almacenar los materiales de construcción, el empleo de grúas de
considerable porte, el incremento en el tráfico de camiones y la
coincidencia de miles de obreros para hacer realidad los más de 1
200 apartamentos necesarios.
En la reunión del Comité Organizador, efectuada el 12 de octubre
del 2008 en Acapulco, se prometió que las labores comenzarían 20
días después, y se ha incumplido.
De acuerdo con las normas olímpicas, los Juegos se otorgan a una
ciudad, y es su alcalde (en este caso el del Partido de Acción
Nacional, PAN), con el visto bueno del Comité Olímpico Nacional y el
apoyo del Gobierno, el responsable de impulsar las obras para el
evento.
Hace pocas semanas el PAN perdió las elecciones y aunque el
representante del ganador Partido Revolucionario Institucional (PRI)
está de acuerdo en levantar la Villa fuera de la ciudad, le está
impedido actuar hasta su toma de posesión en enero del próximo año.
Ante la situación creada y después de horas de discusiones, todos
los miembros del Ejecutivo de la ODEPA concordaron en que debe
hacerse el mayor esfuerzo porque sea Guadalajara la sede de los
Juegos, y se trazaron un plan de acción en el cual desaprobaron el
centro de esa ciudad como lugar de construcción de la Villa. Además,
indicaron al alcalde en funciones (el que solicitó la sede en el
2006) que antes del 25 de este mes proponga un sitio fuera de la
zona urbana para realizar las edificaciones. Una comisión de cuatro
miembros del Ejecutivo de ODEPA permanecerá en Guadalajara para
velar por el cumplimiento de estos acuerdos por parte del Comité
Organizador de los Juegos.
Nuestro país estuvo representado en esta reunión por José Ramón
Fernández, titular del Comité Olímpico Cubano.