.— Dos jóvenes
argentinas, unidas por un mismo sentimiento social y
latinoamericano, desandarán las sierras mexicanas para llevar a las
poblaciones más intrincadas su proyecto, Cine a la Intemperie.
Pasando por la sierra queretana, Chihuahua, Coahuila y la sierra
Tarahumara, Viviana García y Griselda Moreno llegarán hasta Tijuana,
sitio que nombran como la última frontera de América Latina.
Al menos 11 proyecciones tenemos ya pactadas y financiadas, dijo
Moreno a Prensa Latina, mas se trata de un viaje pensado previamente
pero sometido a la improvisación, por lo cual valoramos cualquier
otra posibilidad.
Al ser entrevistada, la fotógrafa, periodista, montañista y ahora
difusora de la filmografía independiente del continente, comentó que
esta idea surgió del trabajo de varios realizadores.
Ese cine que no se proyecta en las salas oficiales, es el que
llevamos nosotras por los caminos ocultos de Latinoamérica.
Están difundiendo esa cultura fuera de las urbes, luego de
convocar a los artistas y cineastas a que traigan películas y
documentales que aporten un mensaje, con una reflexión implícita.
El material que muestran es de compromiso social, sobre
problemáticas que lleven a la reflexión de los derechos humanos,
cuestiones de género, defensa del medio ambiente, cuidado y
protección de las tierras.
Asimismo el valor de los pueblos originarios, la lucha de los
movimientos sociales, la actualidad regional y los problemas
sanitarios.
El tema de género nos interesa mucho, comentó Moreno a esta
agencia, porque tenemos como objetivo llegar a la mujer campesina y
continental, partiendo de que somos dos mujeres.
Ambas jóvenes van desde hace 14 meses por las rutas de la región.
Desde Córdoba hasta Tijuana y luego de retorno para concluir dos
etapas que luego quedarán estampadas en obras literarias.
Acá en México no dejan de agradecer al centro educativo Francisco
Bassols, a la presidencia municipal de Chihuahua y a la coordinación
Coahuila de la Cámara de Diputados, que han apoyado y hecho posible
este recorrido por el país.
En octubre llegamos al muro de la vergüenza, dicen. Allí sueñan
hacer una proyección gigante donde participen quienes viven y sufren
esa frontera de muerte con el país más poderoso, Estados Unidos.
Además de la difusión del cine más comprometido, hasta los puntos
recónditos entre el Río Bravo y la Patagonia, las jóvenes buscan
también el intercambio cultural.
No asombra pues, que García, graduada de comunicación social,
baile danzas caporales y Moreno sea montañista.
De regreso al extremo sur oriental de México, Yucatán, pasando
por zonas regiones guatemaltecas, partirán a Cuba, para participar
en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La
Habana.
Pretenden exponer algunos de los filmes en ese contexto y luego
seguir viaje por la Isla.
Han andado ya por Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador,
Colombia y todo Centroamérica.
De Cuba volverán a insertarse en la masa continental por
Venezuela en su vehículo que nombran casa, oficina, camping móvil,
donde se transportan y llevan además todo el equipamiento técnico.
Más tarde continuarán viaje por Brasil, Paraguay, Uruguay y las
comunidades originarias del Amazonas.
Hasta el momento el viaje, que durará más de dos años, deja ya
futuros proyectos, dijo a Prensa Latina la fotógrafa, quien además
va escribiendo las memorias.
Al final habrá una exposición fotográfica y multimedia, una serie
de micros para televisión de 10 minutos y un libro en dos tomos, la
ida y la vuelta, agregó.
Ya para la llegada a Tijuana habrá 50 historias escritas, que
pueden leerse en su sitio web www.cinealaintemperie.com.ar.
Programan también convocar a un festival de cine itinerante en
América Latina al final de la travesía.
Para continuar su extenso recorrido, las muchachas, aventureras,
profesionales, comprometidas, necesitan buscar aportes financieros,
que en ocasiones intercambian con publicidad o con sus propias
proyecciones.
Por el camino, aseguran, hemos recibido numerosas muestreas de
solidaridad y hospitalidad, incluso de los que menos tienen,
advierte Moreno.
Eso es lo que buscamos precisamente, el abrazo sincero, el abrazo
real, concluyó.