Una delegación cubana integrada por la Ingeniera
Betina Palenzuela, hija de Adriana Corcho, víctima del atentado
terrorista a la Embajada de Cuba en Lisboa hace 33 años, y el
subdirector de Granma, Lázaro Mujica, sostuvo emotivos
encuentros con la Unión de Resistentes Antifascistas Portugueses (URAP)
y la Asociación de Amistad Portugal Cuba (AAPC), ocasión en que
recibieron muestras de solidaridad con su país y especialmente
compromisos de continuar ampliando la lucha contra el bloqueo y por
la liberación de Los Cinco antiterroristas cubanos injustamente
encarcelados en los EE.UU. hace 11 años.
En la sede de ambas organizaciones la delegación
cubana ofreció una actualización sobre la situación de Cuba y las
luchas más importantes de hoy, al tiempo que agradeció las
tradicionales e innumerables muestras de solidaridad del pueblo
portugués y obsequiaron, entre otros materiales, una colección de
los recursos presentados a la Corte Suprema de los EE.UU. para que
se revisara el caso de Los Cinco, lo que fuera negado por dicha
institución el pasado junio, recibiendo a su vez boletines y
materiales diversos sobre ambas organizaciones y su apoyo a Cuba.
Momento de especial emotividad en el encuentro
con la URAP, estuvo dado por la presencia de Diamantino Torres, hijo
de una portuguesa que trabajaba en la Embajada en 1976 cuando tuvo
lugar el atentado, quien con palabras emocionadas intercambió con
los presentes y especialmente con la hija de aquella diplomática de
la Revolución Cubana, a quien obsequió fotos de aquellos años en la
Embajada y aseguró la convicción de los portugueses de que la lucha
contra el terrorismo hoy y por la defensa de los derechos de los
presos políticos, es y será compromiso de la URAP como lo hicieron
con los presos políticos del fascismo en Portugal y sus familiares.
Durante el intercambio fraterno y comprometido de
siempre en la sede de la Asociación de Amistad, tuvo lugar un
interesante debate sobre las realidades de uno y otro país, la
campaña mediática contra Cuba, el bloqueo y sus más recientes
efectos, así como la nueva negativa del gobierno de EE.UU. para que
Adriana, la esposa de Gerardo, pueda visitarlo en prisión.
Finalmente, concluyó con un mensaje que dejó Betina a todos los
amigos de Cuba en Portugal para ser divulgado en los medios
alternativos de información y los de la propia organización.