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El ejército israelí autorizó y practicó abusos y actos monstruosos
contra civiles durante su agresión a los territorios palestinos de
Gaza en diciembre de 2008, denunciaron hoy soldados participantes en
los hechos.
En las acciones hubo destrucción de cientos de casas y mezquitas,
empleo de fósforo blanco en zonas pobladas, la muerte de víctimas
inocentes asesinadas con armas ligeras y la destrucción de
propiedades privadas, revela un informe de militares que
intervinieron en la ofensiva.
Este grupo de soldados veteranos, con el nombre Rompiendo el
Silencio, reveló que existía una atmósfera permisiva en el alto
mando militar, la cual obviaba las normas y leyes internacionales en
caso de guerras.
Las fuerzas israelíes entraban en un lugar poniendo el cañón del
fusil sobre el hombro de un civil, avanzando por una casa y
sirviéndose de él como escudo humano , añade el documento, que cita
a 30 testigos anónimos.
A respecto, el ministro de Defensa del Estado judío, Ehud Barak,
replicó que su ejército era uno de los más morales en el mundo y
aseguró que las fuerzas armadas operaron de acuerdo con las leyes
internacionales.
Uno de los testimonios indica que los militares estaban
instruidos para disparar primero y preocuparse después.
El objetivo era llevar a cabo una operación con el mínimo de
heridos posible para el ejército, sin preguntarse siquiera cual
sería el precio para el otro lado, afirmó.
La ofensiva israelí a Gaza causó más de mil 400 muertos, entre
ellos más de 900 civiles, y unos cinco mil heridos desde el 27 de
diciembre de 2008 al 18 de enero último.
En la XV Cumbre de jefes de Estado y Gobierno del Movimiento de
Países No Alineados, que se desarrolla en Egipto, el presidente de
la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, denunció que Gaza
continúa bloqueada por Israel desde hace dos años.