.— Las organizaciones
populares de Honduras llegaron hoy a su décimo octava jornada de
resistencia al golpe de estado, mientras se preparan para grandes
marchas mañana en las dos principales ciudades del país.
Los dirigentes de la dirección colegiada del Frente Nacional
contra el Golpe de Estado ratificaron que la lucha en las calles no
se detendrá hasta la restitución del orden constitucional y del
presidente elegido por el pueblo, Manuel Zelaya.
¿Están cansados? ¿Tienen miedo?, preguntó ayer a la multitud en
un acto el presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores,
Juan Barahona, y un potente coro le respondió que no.
Adelante, que la lucha es constante, corearon los manifestantes,
que por décimo séptimo día consecutivo recorrieron ayer importantes
avenidas en esta capital y otras ciudades para exigir la restitución
del orden democrático.
Las centrales sindicales sostuvieron ayer una reunión para
analizar los preparativos de una huelga general, para golpear a uno
de los sectores que sostienen la asonada castrense: el empresarial,
dijeron fuentes de esas fuerzas.
Las organizaciones estudiantiles, que hace dos días acordaron
dejar a un lado sus diferencias para actuar en conjunto para
enfrentar a los golpistas, acordaron también realizar tomas de las
universidades y colegios en repudio al golpe.
Las bases del Partido Liberal, uno de los dos tradicionales de
Honduras junto al conservador Nacional, acordaron ayer en una
plenaria nacional desconocer a las cúpulas de la organización,
cómplices del golpe.
Esos sectores repudiaron al presidente del gobierno de facto, el
empresario Roberto Micheletti, y al candidato presidencial, Elvin
Santos, a quien dieron un plazo que vence hoy para pronunciarse
contra la asonada militar.
El presidente constitucional, Manuel Zelaya, a quien reconocieron
como líder de los liberales, envió un mensaje a la cita, en el cual
ratificó su decisión de regresar al país cuanto antes para sacar a
los golpistas del poder.