Las marchas populares contra el golpe de Estado y la restitución
del presidente constitucional, Manuel Zelaya, prosiguieron este
martes en Honduras, tras 17 días consecutivos.
Las organizaciones del Frente Nacional contra el Golpe de Estado
se reunieron temprano frente a la Universidad Pedagógica Nacional y
luego caminaron por importantes avenidas hacia la embajada de
Estados Unidos.
Las bases del Partido Liberal se sumaron a la demostración, luego
de realizar una plenaria nacional para desconocer y repudiar a la
junta directiva central, diputados y otros miembros que apoyan la
asonada.
Durante el recorrido, la enardecida multitud coreó consignas
contra los golpistas y a favor del regreso de Zelaya, en una
presencia que se está haciendo habitual en las calles de la ciudad.
Frente a la sede diplomática, dirigentes populares exigieron al
gobierno estadounidense medidas eficaces para deponer a los
golpistas, más allá de las declaraciones hechas sobre el tema.
El secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores,
Israel Salinas, ratificó la decisión de las fuerzas populares de
luchar sin descanso hasta lograr la recuperación democrática de la
nación.
El presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores, Juan
Barahona, anunció que este miércoles se realizarán nuevas protestas
en la capital y otras ciudades, mientras se prepararán grandes
movilizaciones nacionales para el jueves y viernes próximos.
También las organizaciones estudiantiles de Honduras acordaron
unir fuerzas en la resistencia pacífica contra el golpe de Estado y
la lucha por la restitución del orden constitucional.
Por otra parte, una delegación de hondureños opuestos a la
asonada golpista exigió a la administración norteamericana en
Washington responder de manera más contundente al régimen de facto
instaurado en la nación centroamericana.
De acuerdo con la representación del Frente de Resistencia
Popular, la administración de Barack Obama no actúa de manera
categórica luego de la situación creada el 28 de junio último,
cuando militares secuestraron y expulsaron del país a Zelaya.
El grupo integrado por el diputado Marvin Ponce, el fiscal Jari
Dixon y el activista pro derechos humanos Juan Almendares
intercambió con periodistas sobre la situación de Honduras, donde
miles de ciudadanos rechazan en las calles al gobernante de facto
Roberto Micheletti.
Entretanto, el mandatario hondureño llegó ayer a Guatemala, donde
fue recibido con los honores propios de un jefe de Estado. La
bienvenida en la sede de la Fuerza Aérea guatemalteca la dieron el
vicepresidente Rafael Espada y funcionarios gubernamentales, sobre
todo de la Cancillería. Acompañan a Zelaya su vicemandatario,
Arístides Mejía, y su ministra de Relaciones Exteriores, Patricia
Rodas.
Luego de la ceremonia en la losa de la terminal aérea, Zelaya se
dirigió hacia el Palacio Nacional de la Cultura, sede del Ejecutivo
guatemalteco, para sostener una entrevista privada con su homólogo
Álvaro Colom.