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			Suiza se sumó hoy a la ola de eliminación de paraísos fiscales en 
			Europa, al aceptar la suspensión parcial del secreto bancario, la 
			principal carta de éxito en el desarrollo de su sistema financiero.
			Las afamadas cuentas secretas en los bancos suizos podrían quedar 
			en el pasado, después que la confederación helvética siguió los 
			pasos de Liechtenstein y Andorra para cumplir con regulaciones 
			exigidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo 
			Económico (OCDE).
			El estado brindará apoyo al combate a la evasión de impuestos, 
			destaca el gobierno.
			La pérdida del secreto bancario suizo reducirá a la mitad el 
			sector financiero, con un recorte de empleos del 10 por ciento sólo 
			en Ginebra, advirtieron especialistas.
			Los casi 150 bancos extranjeros con los que cuenta Ginebra no 
			tendrían más razones para quedarse, pues sólo están aquí para 
			beneficiarse de la discreción bancaria, comentó el presidente de la 
			Plaza Financiera de la citada ciudad suiza, Ivan Pichter.
			Al desaparecer el secreto para quienes depositan su dinero en 
			cuentas suizas, unas mil 900 personas del sector podrían quedar sin 
			empleos en Ginebra, sin contar otras plazas como Zurich, declaró 
			recientemente Pichter al diario Le Temps.
			El comentario de uno de los banqueros privados más influyentes de 
			esta nación está relacionado con las presiones ejercidas por Estados 
			Unidos para que el mayor emporio financiero nacional, la Unión de 
			Bancos Suizos (UBS), le revelara los nombres de 300 de sus clientes.
			Washington sospecha que las referidas personas cometieron el 
			delito de evasión fiscal y amenazó a UBS con suspender su licencia 
			para trabajar en la nación norteña si se negaba a aportar los datos.