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El líder opositor peruano Ollanta Humala demandó relaciones
respetuosas entre su país y Chile y negó tener animadversión por ese
país, al iniciar manifestaciones contra un tratado de libre comercio
bilateral (TLC).
Al mismo tiempo, el ex canciller opositor Manuel Rodríguez
consideró que las designaciones de nuevos ministros de Relaciones
Exteriores y Defensa de Chile abren una coyuntura propicia para
renegociar ese TLC.
"No tenemos nada contra Chile, no se nos puede tachar de
antichilenos, lo único que exigimos como peruanos es que se respete
a nuestro pueblo y se nos permita competir en igualdad de
condiciones, para lograr un desarrollo conjunto", dijo Humala, líder
del Partido Nacionalista (PNP).
Humala hizo la precisión anoche en una concentración popular
contra el citado TLC, en la ciudad de Tacna, fronteriza con Chile, y
acusó al gobierno de tener una conducta pro chilena.
Explicó que su rechazo al tratado se debe a que este no cautela
los intereses peruanos, a la falta de transparencia de la
negociación que lo hizo posible y a la certeza de que debió esperar
la solución de un litigio de límites marítimos que se ventila en la
Corte Internacional de La Haya.
"Si no tenemos claras nuestras fronteras marítimas y terrestres
es imposible que iniciemos un tratado de libre comercio", manifestó.
Negó la afirmación gubernamental y conservadora de que el PNP se
opone a la inversión extranjera y aclaró que esta debe operar en
condiciones equitativas y mutuamente convenientes.
Busco la hermandad latinoamericana, crecer económicamente e
integrarnos al mundo, con una política de buena vecindad, lo que
requiere resolver todo lo que quede pendiente del pasado, indicó.
Por su parte, el ex canciller Rodríguez planteó que los cambios
ministeriales en Chile crean el escenario propicio para que el Perú
plantee la renegociación del TLC, lo que rechazó la ministra de
Comercio Exterior, Mercedes Aráoz.
Rodríguez advirtió que, de lo contrario, el Tratado perderá
legitimidad y podría ser denunciado por el próximo gobierno, a
elegirse en 2011.
Según el ex ministro, la renegociación debe eliminar o reemplazar
las cláusulas que no son equitativas y el texto final debe ser
sometido a la aprobación de los dos congresos.
Sólo así tendremos un nuevo escenario que puede repercutir
positivamente en las relaciones bilaterales. De lo contrario,
tendremos una inestabilidad política que se convertiría en
inestabilidad jurídica, afirmó.
Consideró de importancia significativa el reemplazo del hasta
ayer canciller de Chile, Alejandro Foxley, para las relaciones
bilaterales, porque estas se habían deteriorado por declaraciones de
Foxley contra los políticos peruanos que, como Humala, se oponen al
TLC.
El analista internacional Ernesto Velit opinó que la salida de
Foxley podría interpretarse como el deseo de la presidenta chilena,
Michelle Bachelet, de mantener mejores relaciones con Perú y evitar
afectarlas.
Una mejora de esos vínculos por el cambio fue alentada ayer por
el primer ministro, Yehude Simon, aunque diversos analistas locales
consideran que los relevos chilenos no implican cambios de fondo en
la política de Chile hacia Perú.