El esfuerzo de campesinos y empresas agrícolas permitió el
fomento de 268 hectáreas de piña este año en la provincia de Ciego
de Ávila con el objetivo de aumentar la presencia de la fruta en los
mercados y rescatar un símbolo local.
Este cumplimiento del plan anual de siembra, el más alto de los
últimos años, constituye una respuesta de los agricultores al
reclamo de Raúl Castro Ruz, presidente de los consejos de Estado y
de Ministros, de elevar la producción de alimentos.
Los plantíos disponen de modernas técnicas de laboreo, radican en
suelos de poca explotación y los cosecheros privados y estatales
gozan de gran experiencia, lo cual confirma la validez del proyecto.
La superficie cubierta se distribuye en ocho de los 10 municipios
y a partir de enero será en toda la provincia para acrecentar la
producción de posturas y garantizar siembras de mil hectáreas por
año desde el 2010.
El Centro de Bioplantas de la Universidad Máximo Gómez de Ciego
de Ávila avanza en la micropropagación de hijos para crear bancos de
semilla con variedades genéticamente mejoradas mediante el cultivo
de tejidos.
La estrategia prevista en las plantaciones se corresponde con la
necesidad de satisfacer las demandas de la población en la venta de
frutas frescas, del mercado de frontera y también de la industria
conservera.
Labradores de Villa Clara y Ciego de Ávila intercambiaron
experiencias sobre las ventajas de la combinación de fertilizantes
industriales y el humus de lombriz en el auge piñero, además de cómo
aprovechar el momento óptimo para inducir la floración del fruto.
Los acopios de piña aquí bajaron de 30 mil toneladas en 1991 a
936 en los años siguientes por falta de nutrientes, sustancias
químicas, cambios climáticos y sobreexplotación de los suelos, entre
otras causas.