A
incrementar los niveles de producción y productividad, reducir
sensiblemente los gastos y elevar la eficiencia debe dirigirse la
discusión del plan y presupuesto para el 2009, que desde noviembre y
durante este mes se desarrolla en las asambleas de afiliados de
todos los centros laborales.
Así lo definió Salvador Valdés Mesa, secretario general de la
CTC, al evaluar este proceso ayer en reunión de los máximos
dirigentes de los 19 sindicatos nacionales y los comités
provinciales de la organización.
La circunstancia excepcional en que transcurre este análisis
luego del devastador paso de los huracanes, que ocasionaron pérdidas
por más de 9 600 millones de dólares, unido a los impactos de la
compleja coyuntura financiera mundial, fueron referidos por el
también miembro del Buró Político; por ello, enfatizó en la
necesidad de hacer el máximo esfuerzo para adecuar los planes y
presupuestos de empresas y unidades a los inevitables reajustes que
ocurren en la economía.
Hasta el día 9 se habían efectuado 38 103 asambleas, 46% de las
programadas, en las que participaron cerca de millón y medio de
trabajadores, casi el 45% del total de afiliados convocados, según
informó Luis Manuel Castanedo, miembro del Secretariado Nacional de
la CTC, quien hizo una exhaustiva valoración del proceso.
Señaló que tanto en su organización como realización se observan
avances, sin dejar por ello de reconocer problemas que aún lo
lastran, entre ellos, la insuficiente participación de cuadros
sindicales y administrativos de los diferentes niveles de dirección
en las asambleas, y la necesidad de transformar su carácter, muchas
veces informativo, para que sean más participativas, aspecto que
obliga a mejorar la calidad de los informes que se presentan al
análisis.
La reunión, a la que asistió también Roberto López, miembro del
Secretariado del Comité Central, trató una amplia agenda con otros
temas.