Campeones olímpicos de las ciencias

Joel Mayor Lorán

Química de niños, esos fueron los primeros experimentos de Yanira Méndez: machacaba hojas de árboles y elaboraba "sus propios perfumes".

Foto: Roberto MorejónEna Elsa Velázquez, ministra de Educación, entregó reconocimientos a los ganadores en las olimpiadas iberoamericanas.

"Pienso que así comenzó el hombre a investigar", asegura la jovencita espirituana. Años más tarde, ya puede enorgullecerse de su medalla de bronce en la 40 Olimpiada Internacional celebrada en Budapest, Hungría.

Entró al Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Eusebio Olivera por vía directa. Sin embargo, lo consiguió al ganar el concurso de Historia.

Foto: Yordanka Almaguer Yanira Méndez obtuvo medalla de bronce en la 40 Olimpiada Internacional celebrada en Budapest, Hungría. Según revela, le gustaría combinar la investigación con la docencia.

"Resulta algo extraño, ni yo misma me lo puedo explicar: me gustan tanto las letras como las ciencias. Hoy estudio la Licenciatura en Química en la Universidad de La Habana (UH), y no puedo estar sin un libro en la mano, pero no precisamente de la carrera. Suelo leer mucha novelística: de García Márquez, Isabel Allende, Lezama, Anne Rice...

"Pensar que los científicos no lo hacen es un cliché de la sociedad. Puedes divertirte, leer, escuchar música, sentarte en el Malecón a tomar el aire, ir al cine o a fiestas, hacer muchas cosas a la vez. Solo tienes que planificarte."

Esta muchacha agradable, y de hablar fluido también manifiesta su rechazo al estereotipo de asociar la feminidad con las carreras de letras. "Es falso; no obstante, está impuesto en el pensar de la gente. La historia ha demostrado que la ciencia le debe mucho a las mujeres, como Marie Curie o su hija. En la universidad hay Doctoras en Ciencias con un nivel altísimo. A mí siempre me están fastidiando, pero la convivencia es muy bonita. Mis compañeros me aprecian".

Foto: Yordanka Almaguer Después que Rubert Martín conquistó el oro en la XIII Olimpiada Iberoamericana desarrollada en Morelia, México, muchos estudiantes se han entusiasmado a participar.

Según Yanira, en la UH se reconoce la dedicación de los ganadores en olimpiadas de conocimientos y, aun cuando está establecido que los alumnos comiencen a investigar solo a partir del tercer año, muchos lo hacen desde primero.

"Nos permite continuar trabajos ya iniciados, en algunos casos excelentes y que pueden ser publicados internacionalmente. También nos brinda la oportunidad de probar con diversos grupos de investigaciones para decidir con cuál nos identificamos más. En enero pienso trabajar con Química Orgánica."

Los sueños continúan acechándola. Nació en una finca en Yaguajay, hija de ama de casa y de un trabajador de Acopio que la enseñaron bien y le dieron ánimos para aprovechar las oportunidades que ofrece la Revolución. Así que va por más.

"Quiero seguir superándome: hacer el doctorado. Me gustaría impartir clases: en la universidad, el preuniversitario, quizás entrenar a otros participantes en olimpiadas. Y, por supuesto, combinar la docencia con la investigación, con la Biología y el área de nuevos medicamentos. Pero ambas cosas, no solo una de ellas."

Entretanto, el camagüeyano Rubert Martín prefiere la Física. Recientemente obtuvo medalla de oro en la XIII Olimpiada Iberoamericana desarrollada en Morelia, México. Es su ciencia favorita porque, además de incluir las Matemáticas, se aplica a la naturaleza. La óptica, electromagnética, termodinámica... lo atraparon para siempre.

"Cierto, requiere sacrificio y horas de estudio adicionales. Pero somos muchachos normales; nos agrada salir y oír música, solo que también nos entusiasma estudiar. Tiene que gustarte; si no, no es posible. En el autoestudio me pongo a resolver ejercicios, no de los libros de la escuela, sino algunos más complejos. Estudiamos libros rusos, otros de olimpiadas internacionales; bajamos de Internet los de olimpiadas iberoamericanas y hasta de las asiáticas."

Confiesa que tras obtener la medalla los profesores de la escuela se han interesado más por el evento, y muchos estudiantes se han contagiado. "Daniel, de décimo grado; Leinier, de 12; y otros que no son físicos. Mi propio hermano se motivó, quiere concursar".

Y de ese modo la aspiración de que las olimpiadas no involucren únicamente a las tres decenas de jóvenes competidores, será más que un anhelo. Entonces, los 67 muchachos de preselección y los 600 ganadores de concursos nacionales se multiplicarán por miles, imbuidos del sano afán de adquirir nuevos conocimientos.

Ena Elsa Velázquez, la ministra de Educación, lo advirtió durante el intercambio con los ganadores de este año (en el que los 29 participantes obtuvieron medallas): el objetivo consiste en que todos los estudiantes se preparen y aprendan.

 

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