Actualizado 4:45 p.m. hora local

Explosión deja medio centenar de muertos en
restaurante iraquí

BAGDAD, 11 de diciembre (PL).— Por lo menos 55 personas murieron y unas 120 sufrieron heridas hoy cuando un atacante suicida hizo estallar una carga explosiva dentro del restaurante Abdulah, de la norteña ciudad iraquí de Kirkuk.

El jefe de la policía de Kirkuk, brigadier Sarhad Qadir, indicó que la potente deflagración fue provocada por una bomba, pero otras fuentes aseguraron que se trató de un hombre que detonó su cinturón en el recinto donde había funcionarios kurdos y líderes árabes.

Un funcionario kurdo aseguró que los líderes tribales árabes asistían a un almuerzo con miembros de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) en el que negociaban las vías para apaciguar viejas tensiones étnicas entre esos dos grupos y los turcomanos.

En el restaurante, afiliado a otro de igual nombre donde un bombazo dejó 25 muertos en 2007, también se encontraban miembros de una familia que celebraban el último día del Eid Al-Adha o Fiesta del Sacrificio, una importante conmemoración musulmana.

La acción armada ocurrió en medio de fuertes medidas de seguridad como parte de los preparativos de la visita a la ciudad del presidente iraquí, Jalal Talabani, de origen kurdo y líder del partido UPK.

Varias de las víctimas, según algunos informes, tenían previsto asistir a una reunión con el jefe de Estado después del almuerzo para discutir asuntos de seguridad en la referida urbe.

Puestos de control se establecieron en diversos puntos de la ciudad, pero ni el ejército ni la policía pudieron impedir el que ya se considera el más mortífero atentado en Iraq en el último semestre.

La zona del siniestro es un rico enclave petrolero y, por lo mismo, blanco de múltiples disputas entre grupos políticos y económicos favorables o negados a concederle autonomía, a lo que se suma su ubicación geográfica en la conflictiva región del Kurdistán iraquí.

Los kurdos abogan por anexar Kirkuk y la provincia aledaña de Tamim a su región autónoma en el norte del país, mientras la mayoría de los residentes turcomanos y árabes prefiere mantenerla bajo el control del gobierno central por miedo a que los primeros les discriminen.

Entretanto, se conoció que cinco bombas explotaron este jueves con poco intervalo de tiempo en igual número de inmuebles pertenecientes a la policía y el ejército iraquíes en el área de al-Farouq al-Qadeem, en Mosul, pero sin causar víctimas.

 

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