.— El presidente de
Bolivia, Evo Morales, ratificó hoy la expulsión definitiva de este
país de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), acusada de
participar en actividades subversivas contra el gobierno.
La entidad se fue y no debe volver, los gringos mandaban a
nuestros militares y policías pero eso acabó para siempre, advirtió
el mandatario durante un acto en la paceña localidad de Achacachi.
Morales suspendió el pasado 1 de noviembre las labores en suelo
boliviano de la DEA, a partir de la existencia de múltiples
evidencias de su accionar desestabilizador.
Espionaje, financiamiento de conspiraciones y complicidad en la
preparación de sabotajes y toma de aeropuertos, como el de
Riberalta, constituyen algunas de las pruebas presentadas por el
ejecutivo en torno al comportamiento de dicha agencia, adscrita al
Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En su intervención, el gobernante de origen aymara recordó que la
nueva Constitución, sujeta a referendo el próximo 25 de enero,
prohíbe la presencia de bases militares foráneas en esta nación
andina.
Ningún extranjero armado puede caminar por Bolivia, señaló.
El jefe de Estado inauguró en Achacachi las obras de construcción
de una planta procesadora de leche.