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Dos de cada tres checos rechazan el acuerdo para desplegar en su
país parte del escudo antimisil estadounidense, firmado
recientemente entre ambos países, señala una encuesta publicada hoy
en esta capital.
El sondeo indica que sólo el 28 por ciento de los interrogados se
pronunció a favor del arreglo, por el cual el Pentágono se disponía
a situar un radar de localización lejana y pronto aviso en las
afueras de Praga.
La avenencia careció de la aprobación de los parlamentos de ambos
países implicados.
En contra del acuerdo también se pronuncian la oposición
socialdemócrata y diputados del gobernante Partido de los Verdes.
La construcción del radar debería iniciarse en 2010 para trabajar
de forma simultánea con la instalación de 10 baterías de cohetes
interceptores en la vecina Polonia.
Rusia denuncia que el despliegue de los referidos elementos del
sistema antimisil norteamericano constituye una amenaza para su
seguridad nacional y descarta los argumentos de Washington de que
está dirigido contra posibles ataques desde Teherán o Pyongyang.