Diplomáticos y
cooperantes cubanos en Angola honraron hoy aquí al combatiente
internacionalista de la isla caribeña Raúl Díaz Argüelles, caído
hace 33 años en estas tierras.
A nombre de los trabajadores de la corporación Antillana
Exportadora (ANTEX S.A.), el embajador cubano, Pedro Ross, depositó
una ofrenda floral en un mausoleo que recuerda el paso del héroe por
la nación angolana.
Díaz Argüelles murió a los 39 años de edad como consecuencia de
las heridas provocadas por la explosión de una mina antitanque que
destruyó su blindado en las cercanías de la localidad de Ebo, 275
kilómetros al sur de aquí.
Ese último lugar había sido teatro de una intensa batalla que los
internacionalistas cubanos junto a los angolanos libraron ante
invasores surafricanos.
La ceremonia de este jueves resultó el preámbulo de un homenaje
que organizará mañana la Asociación de Amistad Angola-Cuba en el
mismo lugar donde ocurrió el infortunado desenlace.
El combatiente internacionalista llegó a esta nación africana en
agosto de 1975, en virtud de acuerdos entre la máxima dirección de
la Revolución cubana y su similar del Movimiento para la Liberación
de Angola (MPLA).
Su misión incluía dirigir a los primeros instructores militares
cubanos en este país.
Sin embargo, los asesores de la nación antillana debieron cambiar
sus planes y combatir al lado de las incipientes Fuerzas Armadas
para la Liberación de Angola que defendían a la República
independiente que estaba por nacer.
Los días 3 y 12 de noviembre de 1975, el militar cubano comandó
las tropas que enfrentaron sendos combates en las localidades de
Benguela y Novo Redondo.
Esas dos batallas resultaron clave en la proclamación de Angola
como país libre del yugo colonial portugués el 11 de noviembre de
1975.