La Declaración de Santiago de Cuba aprobada hoy por los
mandatarios de Cuba y los 15 miembros de la Comunidad del Caribe
(CARICOM) confirmó principios y acciones comunes para enfrentar la
dura realidad del mundo actual.
Fruto de una cumbre con el tema La cooperación para una mayor
integración, el documento consta de 25 puntos que ratifican o abren
espacios nuevos dentro de la voluntad de inserción en un planeta en
crisis, donde la necesidad de unión es más urgente que nunca.
Su primera proclama es la reafirmación de los lazos de hermandad
y solidaridad existente entre estas naciones.
Subraya que la cooperación es un ingrediente imprescindible para
la integración regional del Caribe, y reconoce que deben
fortalecerse las instituciones y mecanismos existentes para este
objetivo.
Insta a poner fin al bloqueo impuesto por el gobierno de Estados
Unidos al pueblo de Cuba, a tono con la valiente actitud histórica
de estas pequeñas naciones de solidaridad con un pueblo hermano que
sufre una guerra económica, comercial y financiera.
Los temas del combate al terrorismo y el narcotráfico aparecen en
la declaración, que expresa la preocupación y compromiso por
enfrentar ambos fenómenos y la importancia de la cooperación
internacional para erradicarlos.
Golpeados por la crisis financiera mundial y la recesión en los
países industrializados, ambas partes subrayaron la necesidad de una
reforma fundamental de la arquitectura financiera internacional.
Esta debe prever "la plena participación de los países en
desarrollo en la toma de decisiones y en el establecimiento de
normas en la esfera económica internacional", bajo la égida de las
Naciones Unidas.
Igualmente exhorta a la creación de estándares mejorados para la
regulación y supervisión de los asuntos financieros internacionales.
La necesidad de continuar las negociaciones de la Ronda de Doha y
la necesidad de crear un sistema multilateral de comercio efectivo
también es tratada en el documento, que reitera debe haber
compromisos en materia de asistencia al desarrollo para los países
de la región.
Preocupaciones sobre el uso racional y sostenible de los recursos
naturales, la conservación y protección el medio ambiente y la
mitigación de los efectos del cambio climático también se incluyen
ente los puntos, que destaca la urgencia de promover acciones
globales.
Los esfuerzos que lleva a cabo la Asociación de Estados del
Caribe para declarar el Mar Caribe como Área Especial en el Contexto
de Desarrollo Sostenible en la Asamblea General de las Naciones
Unidas son apoyados también de forma resuelta.
Con especial destaque la declaración expresa la decisión de
trabajar activamente a favor de los actuales esfuerzos de
integración y concertación en América Latina y el Caribe.
En tal sentido expresa la esperanza de que una venidera cumbre
sobre integración y desarrollo, prevista en Salvador de Bahía,
Brasil, el 16 y 17 de diciembre contribuya a esos esfuerzos.
El General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros de Cuba, consideró que la Declaración de
Santiago de Cuba recoge en su justa medida la preocupación sobre el
mundo que nos ha tocado vivir, promueve la colaboración para los
próximos años y ratifica el compromiso de seguir colaborando
activamente.
Patrick Manning, primer ministro de Trinidad y Tobago, país que
acogerá la IV Cumbre en diciembre del 2011 también coincidió en esta
valoración en su discurso de despedida, al considerar que se
ratifican los caminos de la integración y se abren nuevos pasos que
serán beneficiosos para todos.
Cuba dio a conocer nuevas iniciativas en tal sentido en materia
de salud, educación, energético y prevención y mitigación de
desastres naturales, a la vez que los países del CARICOM sostuvieron
la importancia que conceden a las relaciones con la mayor nación de
las Antillas