Excelentísimo señor Raúl Castro, Presidente de la República de
Cuba,
Colegas Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe,
Ministros del gobierno de la República de Cuba y de la Comunidad
del Caribe,
Altos funcionarios del gobierno de la República de Cuba,
Delegadas y delegados,
Representantes de la Prensa,
Amigas y amigos:
Los Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe se sienten
sumamente complacidos de encontrarse aquí con ustedes en esta cálida
y acogedora ciudad caribeña de Santiago de Cuba.
Señor Presidente:
La convocatoria emitida por usted para celebrar esta conferencia
en esta ciudad tiene sin dudas una gran importancia. Ayer tuvimos la
oportunidad de rendir homenaje al Héroe Nacional de Cuba y Apóstol
de la Independencia José Martí, así como a uno de los héroes de la
Guerra de Independencia de Cuba: Antonio Maceo. Mucho nos honra este
gesto suyo.
Permítame citar al ex Presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz quien
el 7 de diciembre del año pasado al cumplirse otro aniversario de la
caída de Antonio Maceo describió en breves palabras la esencia del
significado para Cuba de estas dos personalidades emblemáticas y
cito: "El rostro ceñudo de Martí y la mirada fulminante de Maceo
señalan a cada cubano el duro camino del deber y no de qué lado se
vive mejor. Sobre estas ideas hay mucho que leer y meditar".
Hoy conmemoramos el trigésimo sexto aniversario de un hecho
histórico: el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los
entonces cuatro países independientes del Caribe anglófono y la
República de Cuba.
En circunstancias normales la formalización de esos acuerdos no
se habría catalogado de extraordinaria ni de histórica. Pero esas
circunstancias no eran normales. La firma el 8 de diciembre de 1972
ocurrió en un entorno hemisférico e internacional de hostilidad
hacia Cuba. De hecho se trató de un acto audaz acometido por
aquellos líderes caribeños: Barrow, Burnham, Manley y Williams, el
cual indicaba que Cuba era parte integral y vital del Caribe.
La Comunidad del Caribe jamás se ha apartado de esa posición de
principios; posición ésta, me atrevo a decir, que no solo se
corresponde con los principios que sirven de base a la política
exterior de nuestros respectivos países, sino que también rinde
tributo a la valentía, resistencia, inventiva y solidaridad
ejemplares demostradas por el gobierno y pueblo de Cuba durante
todos estos años.
Tales principios comprenden el apego a la Carta de las Naciones
Unidas, y para nosotros en nuestra condición de pequeños Estados, el
apego específico a los principios de la libre determinación de los
pueblos, de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados
y de la defensa del carácter rector del derecho internacional.
En el día de hoy nos reunimos en Cuba en tanto el mundo en que
vivimos se diferencia muchísimo del mundo de los años setenta. Sin
embargo, subsiste una sorprendente reliquia de esa época: el embargo
económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de
América contra la República de Cuba.
Este embargo se mantiene a pesar de los abrumadores llamados de
casi todos los Estados miembros de las Naciones Unidas a favor de su
eliminación. La Comunidad del Caribe espera que el cambio
transformador en curso en los Estados Unidos relegue para siempre
esa medida a la historia.
En los últimos meses, Cuba ha enfrentado los peores estragos
ocurridos en años recientes como consecuencia de desastres
naturales: cuatro huracanes asolaron las costas cubanas en menos de
tres meses. Los corazones de los pueblos de todo el Caribe y de
hecho del mundo entero estuvieron al lado de ustedes, nuestras
hermanas y hermanos cubanos. Algunos de nuestros jóvenes que
estudian aquí en Cuba vieron un huracán por primera vez en su vida.
Debe haber sido una experiencia traumática para ellos.
La resistencia de los cubanos y la manera dinámica con la que han
acometido la recuperación han sido ejemplares. En mi carácter de
Presidente de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la Comunidad
del Caribe me complació la respuesta de socorro brindada por los
Estados miembros de CARICOM en el epílogo desolador de las tormentas
que azotaron a Cuba.
Señoras y señores:
En la Segunda Cumbre Cuba CARICOM celebrada en Barbados el 8 de
diciembre de 2005, que fue la última ocasión en que nos reunimos
como grupo con nuestro estimado amigo y colega Fidel Castro, el tema
de ese cónclave fue Las estrategias para el desarrollo humano en el
Caribe.
Entre otros temas, deliberamos sobre la cooperación en el
desarrollo humano, las cuestiones de interés específicos para los
pequeños Estados como los nuestros del Caribe, el comercio y el
desarrollo, y la consecución de los objetivos de desarrollo del
Milenio.
En aquel momento, centrábamos nuestra atención en los desafíos
que enfrentaban los pequeños Estados Insulares y de bajo litoral en
desarrollo en el contexto de la economía mundial.
Albergábamos la esperanza de ver la reanudación de la Ronda de
Desarrollo de Doha en cuanto a las negociaciones comerciales
multilaterales, a fin de materializar acuerdos internacionales que
hubieran redundado en beneficios para el mundo en desarrollo, y en
particular, hubieran satisfecho las necesidades especiales de las
pequeñas economías vulnerables en el contexto comercial
internacional.
Los avances que hemos podido alcanzar en la esfera del desarrollo
social pudieran verse en peligro e incluso revertirse debido a los
acontecimientos actuales en la arena internacional.
Las negociaciones de Doha están por concluir; el escenario
económico internacional se torna oscuro bajo la sombra de la crisis
financiera agudizada; el cambio climático ya amenaza el futuro de
algunos pequeños estados y pone en peligro la propia existencia de
muchos de nuestros pueblos.
Los países de nuestra región y de nuestro hemisferio reconocen la
importancia de fortalecer nuestros vínculos en la medida en que
enfrentamos estos y otros problemas internacionales.
Me sentí complacido al conocer que en la recientemente concluida
reunión del Grupo de Río, celebrada en México el pasado 12 y 13 de
noviembre, Cuba fue aceptada como miembro pleno de ese Grupo. Ahora
puede decirse que el Grupo de Río es un foro político importante de
América Latina y el Caribe, porque nos comprende a todos.
Dentro de una semana, los líderes de los países de América Latina
y el Caribe, se reunirán en Salvador de Bahía, Brasil, en el marco
de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y
Desarrollo.
Los líderes de CARICOM esperan con ansias el desarrollo de esta
Cumbre que consideramos constituirá una iniciativa muy valiosa y
oportuna. Esperamos que ésta cree un espacio para el diálogo entre
los grupos de integración existentes en América Latina y el Caribe.
Consideramos que la convergencia resultante puede crear sinergias
que beneficien a todos nuestros Estados miembros y faciliten además
el desarrollo de posiciones que reflejen verdaderamente todos los
intereses y preocupaciones de los países de América Latina y el
Caribe en nuestra relación con otros Estados.
Señor Presidente,
Los países miembros de CARICOM han reconocido durante mucho
tiempo el papel rector que desempeña Cuba dentro del mundo en
desarrollo, desde los puntos de vista político, económico y social.
La presidencia de Cuba al frente del Movimiento de Países No
Alineados durante el período 2006-2009 merece es digna de elogio.
Este mandato tiene lugar en momentos en que los cambios en el
sistema internacional son más constantes que la propia continuidad,
lo cual redunda en desafíos que exigen una dirección inteligente.
Desde el punto de vista económico Cuba ha logrado sobrevivir las
mareas que azotan a otros muchos países, y lo ha logrado analizando
la economía internacional y realizando los cambios que ha
considerado necesarios para la construcción de una economía más
sólida.
La Comunidad del Caribe tiene el criterio de que se necesitan
cambios sistémicos en el sistema financiero internacional, incluido
una mayor democratización y regulación de estas instituciones y
dentro de ellas. Las Naciones Unidas deben tener una mayor
preponderancia en los asuntos de gestión económica internacional.
Asimismo, debe analizarse la posibilidad de establecer un
verdadero sistema de moneda internacional de reserva, mediante el
cual no tengamos que depender de monedas nacionales para guardar las
reservas de nuestros países.
En nuestra condición de pequeños estados, los países de la
Comunidad del Caribe piden que el marco financiero internacional se
oriente hacia una gestión de la deuda que permita un mayor espacio a
las economías susceptibles a las dislocaciones y cataclismos
externos; en especial, las economías pequeñas y vulnerables
clasificadas como países muy endeudados y de ingresos medios.
La Comunidad del Caribe confía en el apoyo que recibirá de Cuba
en este sentido.
Señor Presidente:
La Comunidad del Caribe a menudo ha expresado su agradecimiento a
su país por el apoyo que ha brindado a los gobiernos y ciudadanos
del Caribe en las esferas de educación y salud. Cada año, llegan a
Cuba numerosos ciudadanos de la Comunidad del Caribe para comenzar
un período de estudios que en ocasiones se extiende hasta 6 años.
A cambio de ello, los Estados miembros de CARICOM reciben los
beneficios de un personal bien calificado en esferas tales como la
ingeniería, la agricultura, la medicina, el deporte y las artes, los
cuales ayudan a desarrollar capacidades en nuestros Estados
miembros.
Presidente Raúl Castro:
Al asumir la presidencia de Cuba usted expresó su compromiso de
mantener y fortalecer las relaciones amistosas y fraternales que han
existido entre los gobiernos de la Comunidad del Caribe y el de Cuba
durante los últimos 36 años. Ese lazo de amistad fue forjado por su
hermano, el compañero Fidel Castro.
Por tanto, la Comunidad del Caribe desea reconocer públicamente
el apoyo brindado por el compañero Fidel Castro a esta Comunidad
para el logro de nuestro desarrollo económico y social.
El ha demostrado que Cuba es y sigue siendo una verdadera amiga.
La Comunidad del Caribe alberga la esperanza de que la gratitud de
nuestros pueblos se haya demostrado en los últimos años a través de
nuestro enérgico apoyo al derecho del pueblo de Cuba a decidir su
propia vía de desarrollo.
Es con profundo sentido de agradecimiento que la Comunidad del
Caribe reconoce hoy al Excelentísimo señor Fidel Castro ex
Presidente de la República de Cuba, otorgándole la Orden Honoraria
de la Comunidad del Caribe.
Esperamos con entusiasmo la llegada de ese momento histórico en
la tarde de hoy, cuando presentaremos esta condecoración al defensor
de nuestra civilización caribeña que más se la merece.
Señor Presidente:
Mis colegas y yo esperamos que continúe nuestro diálogo en esta
Cumbre y que se sigan profundizando nuestros lazos de amistad y
colaboración.
¡Viva Cuba!
¡Viva CARICOM!
Muchas gracias