Servicio eléctrico en Pinar del Río

Sin punto final

Ronald Suárez Rivas

PINAR DEL RÍO. — Los números podrían prestarse a confusión. Aun cuando el servicio eléctrico ya ha sido restablecido en el 99,9% de los hogares pinareños, la recuperación del sector está lejos de concluir.

Entre septiembre y octubre, en Pinar del Río se cambiaron 6 500 postes, cifra equivalente a la labor de un año.

A tres meses del paso de los huracanes, en Pinar del Río solo faltan por conectar cuatro viviendas de zonas muy apartadas y unos 60 centros estatales; pero a pesar del intenso trabajo realizado, todavía no puede hablarse de un sistema confiable.

La razón es la imposibilidad de utilizar la línea de 220 kV desde que los vientos de Gustav derribaran 136 de sus torres, las cuales aún no han sido repuestas.

En ciudades y pueblos, la gente no lo percibe; sin embargo, "el hecho de no poder contar con esa red significa que la transferencia de energía desde la termoeléctrica del Mariel (La Habana) hacia la provincia está limitada en un 40 o 50%", asegura el ingeniero Ramón Miguel Pedrera, director de la Empresa Eléctrica pinareña.

Según el funcionario, en estos momentos se hacen estudios para la rehabilitación del tendido. Mientras ello se concreta, "si ocurre una falla en alguna de las dos líneas restantes, corremos el riesgo de que parte de nuestro territorio quede sin servicio".

La situación obliga a extremar las medidas de ahorro. A través de los medios de comunicación locales, y también de barrio debates se insiste en el tema. "A veces las personas ven que tenemos corriente y no saben en qué condiciones".

El aumento de la demanda máxima tras la llegada del invierno y el cambio de horario, le añade leña al fuego. "En noviembre creció hasta 180 MW. Las dos líneas de 110 kV que alimentan actualmente a la mayor parte de la provincia no tienen esa capacidad, lo que implica tener que generar todos los días con los grupos electrógenos, explica Pedrera.

"En tiempos normales, si ocurría una falla en una línea, se mantenía la alimentación por las otras dos sin que hubiera interrupciones. Ahora, a pesar de que se le ha podido dar servicio a casi todos nuestros clientes, la confiabilidad del sistema ha disminuido considerablemente".

Luces de la recuperación

En contraste con los tendidos de alta tensión, el resto de las redes en la provincia presenta una situación más favorable que antes del paso de los huracanes.

Según el director de la Empresa Eléctrica, ello se debe a que esta vez, junto al restablecimiento de la corriente, han sido realizadas más de 9 500 acciones de mejoramiento. "Esa estrategia permite dar un impulso considerable al programa de rehabilitación que venía implementándose".

Un dato basta para ilustrar la magnitud de las labores: entre septiembre y octubre fueron colocados 6 500 postes, la misma cantidad que suele levantarse en un año de trabajo. Fueron construidos, además, 213 kilómetros de líneas, divididos 383 circuitos e instalados 1 176 transformadores y 28 490 acometidas.

Todo ello ayuda a disminuir las pérdidas de energía por distribución y a elevar el voltaje.

El mejoramiento incluye también el cambio de ruta de algunos tendidos. "Una parte de los que fueron afectados estaban en lugares intrincados, por lo que decidimos acercarlos a las carreteras para facilitar el acceso", agrega Pedrera.

Los tramos entre los poblados de Ovas y Puerta de Golpe, el entronque de Los Palacios y Fierro, o de Consolación del Sur hasta Alonso de Rojas, son algunos ejemplos.

"Estas líneas iban por el monte, donde era muy difícil darles mantenimiento o reparar una avería. Cada vez que ocurría una falla, las personas quedaban varios días sin corriente, porque primero había que llegar al lugar y limpiarlo".

El avance de las acciones ha permitido el regreso a casa de la mayoría de los linieros, casi 1 000 procedentes de 10 provincias que llegaron a concentrarse acá.

En suelo pinareño permanecen únicamente brigadas de Santiago de Cuba, Villa Clara y Cienfuegos. El total de la fuerza no sobrepasa los 60 hombres.

No obstante, la recuperación se mantiene a un ritmo intenso. "Ahora la prioridad es llevar el servicio a los centros de acopio que intervienen en la zafra", comenta Pedrera. De este modo, a pesar de que la misión de restablecer con urgencia la electricidad a la población y los acueductos ya fue cumplida, el capítulo de la rehabilitación eléctrica aún no muestra el punto final.

 

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