.— En nombre de su
campaña antiterrorista, el presidente de Estados Unidos, George W.
Bush, violó derechos fundamentales de extranjeros y nacionales,
denuncia hoy el diario The New York Times.
La magnitud de los daños causados por la administración
republicana y cuan duraderos serán dependen en parte de los
resultados de dos casos que analiza la justicia, señala el
periódico.
La Corte Suprema de Justicia aceptó debatir una demanda contra
Bush por ordenar el encierro indefinido sin cargos del qatarí Ali
al-Marri, quien reside en Estados Unidos, detenido desde 2003 en un
barco de la Armada, según el matutino.
La lectura intolerable de la ley que hace la Casa Blanca dejaría
a un presidente libre para suspender los derechos de cualquier
persona, incluso de ciudadanos americanos, subraya.
El otro caso es el del canadiense de origen sirio Maher Arar, una
víctima de la política de Bush, comenta el periódico.
Arar fue arrestado en 2002 y mantenido incomunicado en una
prisión sin derecho a ver a su abogado y sometido a torturas,
asegura The New York Times.
Tras el escándalo, Ottawa reconoció que envió información errónea
a los funcionarios norteamericanos y pagó una indemnización.
Una corte de apelaciones estudia una demanda de Arar, quien
denunció la violación de sus derechos fundamentales y las torturas
cometidas en su contra.
El periódico pregunta cual será la postura del próximo
presidente, Barack Obama, ante estos casos.