Más de 45 mil puestos de trabajo han sido creados en Cuba como
parte del movimiento de la Agricultura Urbana, que se extiende a las
14 provincias del país y garantiza una variedad alimenticia, sobre
todo de frutas y vegetales.
Según fuentes del Ministerio de la Agricultura suman más de 35 mil
las hectáreas dedicadas a esta actividad, en tanto se amplían las
posibilidades de incrementarla, a raíz de la evaluación de
potencialidades que aún quedan por explotar.
La extensión de este movimiento a los 169 municipios del país,
continúa generando empleos en el cual los trabajadores perciben su
salario por los resultados productivos, lo que incentiva a laborar con
mayor empeño y a aumentar los rendimientos.
Con la puesta en práctica de los numerosos subprogramas de la
Agricultura Urbana ha disminuido la presión sobre las tierras
sometidas a muchos años de explotación, en las cuales se hace más caro
y difícil mantener los cultivos.
A partir de la consolidación de esta modalidad agrícola, la
población cubana ha percibido una mejoría en las ofertas de vegetales
frescos, condimentos y frutas, entre otros productos, aunque aún se
está lejos de satisfacer las demandas actuales.
No obstante, el objetivo es hacer de cada pedazo de tierra
cultivable una zona productiva para incrementar las opciones sobre la
mesa, en un país que importa cientos de millones de dólares anualmente
en alimentos.
Los mayores retos de la Agricultura Urbana se encuentran en las
provincias del extremo oriental de Cuba, donde los suelos son en su
mayoría poco fértiles, afectados fundamentalmente por la salinidad y
la erosión que han provocado en buena medida los intensos períodos
secos.
Según datos de Naciones Unidas, casi la mitad de la población
mundial se dedica total o parcialmente a la agricultura, localizándose
las mayores cantidades en África, Asia y América del Sur