.— El presidente estadounidense,
George W. Bush, descubrió hoy, tras más de seis años de gobierno, que
la reforma de las leyes migratorias del país es un "asunto duro".
Durante un discurso ante los miembros de la National Governors
Association, entidad que agrupa a los gobernadores del país, tanto
demócratas como republicanos, el mandatario expresó que el "Congreso
necesita aprobar una reforma migratoria integral".
Sin embargo, mientras su partido fue mayoría en el Parlamento, Bush
no pudo presionar para que la reforma avanzara, e incluso la Cámara
Baja voto un proyecto que considera la inmigración como un delito
criminal.
Se espera que en marzo, los demócratas, ahora mayoría en ambas
cámaras del Congreso, presenten una propuesta para modificar la ley,
que incluya los problemas de seguridad en la frontera y la situación
de cerca de 12 millones de ilegales.
En el Congreso anterior la cámara de Representantes aprobó una
versión y el Senado otra pero fue imposible conciliar los intereses y
el proceso de trancó.
Bush trató de buscar el apoyo de los gobernadores para lograr la
aprobación de la reforma migratoria, en lo que pudiera ser uno de los
pocos legados de sus dos períodos de gobierno, a parte del desastre en
Iraq.
El Ejecutivo reiteró que Estados Unidos requiere de una reforma
migratoria que trate de manera justa a las personas, algo en lo que
coincide con la mayoría de sus compatriotas.
Asimismo mantiene una postura cercana a la de los demócratas,
quienes se pronuncian por la legalización de los que viven y trabajan
en el país, bajo determinadas condiciones, y un programa de
trabajadores huéspedes.
"Creo firmemente que el Congreso debe pasar una reforma migratoria
integral y que necesitamos preservar nuestras leyes, proteger nuestras
fronteras y mantener nuestras tradiciones en Estados Unidos", declaró
ante los gobernantes estatales.
El tema migratorio debe calentarse en los próximos días, aunque
expertos consideran que es uno de los pocos asuntos donde gobierno y
oposición pueden llegar a acuerdo.
En la actualidad, los inmigrantes realizan un importante aporte a
la economía norteamericana, y tanto grandes como pequeños empresarios
apoyan una ley que les permita garantizar la mano de obra para la
industria.
Pese al tardío descubrimiento de Bush, se espera que este año el
tema migratorio avance y pueda aprobarse una reforma integral de las
leyes.