El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inicia hoy una
postergada visita a Uruguay, considerada de antemano vital para pasos
integracionistas previstos para este año en el cono suramericano,
informa Prensa Latina.
"Un MERCOSUR más fuerte, con menos asimetrías y beneficios más
equitativos para sus socios será (…) capaz de negociar mejores
acuerdos con otros países, en especial con los grandes mercados como
Estados Unidos y la Unión Europea", dijo Lula antes de su partida.
El estadista brasileño se reunirá con su homólogo oriental, Tabaré
Vázquez, en la hacienda presidencial de Anchorena, en el occidental
departamento de Colonia, unos 170 kilómetros al oeste de Montevideo.
"Veo infelizmente con mucha frecuencia una visión distorsionada
acerca de que exista una competencia por el liderazgo (regional) entre
Brasil y otros países", dijo Lula -por escrito- a diarios uruguayos.
"Brasil –precisó- ve a sus vecinos como socios y por eso la
invitación a que Venezuela se incorpore al MERCOSUR".
El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) está integrado por Argentina,
Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Chile, Bolivia, Perú, Colombia
y Ecuador participan en el bloque como asociados.
"No creo que los acuerdos de libre comercio concretados de manera
aislada sean compatibles con las normas del MERCOSUR", afirmó, en
alusión directa a la reciente firma de un acuerdo marco comercial y de
inversiones entre Uruguay y Estados Unidos.
El canciller brasileño, Celso Amorim, declaró esta semana al diario
británico Finantial Times que si un socio del MERCOSUR firma un
Tratado de Libre Comercio (TLC) por su cuenta "hay un problema".
Estados Unidos es en este momento el mejor socio comercial de
Uruguay, con más de 700 millones de dólares en importaciones.
De otro lado, el estado oriental afronta un notable déficit
comercial con sus socios del MERCOSUR, en un monto que pudiera
sobrepasar este año la cota de mil 100 millones de dólares alcanzada
en 2006, según pronósticos del Instituto Uruguay XXI.
El comercio de Uruguay con Argentina y Brasil tuvo en enero pasado
un saldo negativo de 83 millones de dólares, de acuerdo con esa
fuente.
En 2006 las ventas uruguayas a Brasil crecieron 24 por ciento y las
compras de Brasil a Uruguay, 18 por ciento.
La visita del gobernante de la octava economía del mundo y la mayor
de América Latina abordará con su par temas dirigidos al
estrechamiento de relaciones no sólo comerciales, sino también
políticas y de integración, coinciden analistas.
Su estancia, este lunes, antecede en poco más de una semana a la
llegada, el 9 de marzo, del presidente de Estados Unidos, George W.
Bush, a Uruguay.
El embajador brasileño en Montevideo, José Felicio, calificó como
"una feliz coincidencia" la proximidad de las dos visitas.
Lula no asistió a una cumbre iberoamericana celebrada en esta
capital a principios de noviembre pasado, ni viajó en diciembre, según
lo pactado.
Brasil impulsa en la actualidad medidas encaminadas a reducir o
eliminar las asimetrías entre los mayores socios de MERCOSUR ,
Paraguay y Uruguay.
Una de estas es la supresión del doble arancel que esos países
pagan cuando reexportan dentro del bloque productos fabricados fuera
del MERCOSUR.
Otra acción busca disminuir la cantidad de componentes nacionales
que un producto procedente de los socios menores debe tener para
circular con beneficios arancelarios en la zona (normas de origen).
Una comisión "ad hoc" estudia esas propuestas, las cuales entregará
durante una reunión ministerial en abril.
Uruguay también pide medidas para evitar "obstáculos no
arancelarios, técnicos, sanitarios para el ingreso de productos" a los
países miembros.
Este domingo, vísperas de la llegada de Lula y en la antesala del
recibimiento a Bush, el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, dijo que
"No es opción (de Uruguay) irse del MERCOSUR".
"El país nunca perdió el rumbo con un gobierno del Frente Amplio y
sólo integrado puede salir adelante", afirmó.
Uruguay, precisó, "procurará la integración social y económica de
los estados latinoamericanos, especialmente en lo que se refiere a la
defensa común de sus productos".
"Desde el punto de vista económico y político –remarcó el titular
de Exteriores- irse del MERCOSUR sería muy equivocado. No es opción
irse, sino corregirlo y ampliarlo".