A ocho semanas de las elecciones
presidenciales y legislativas en Francia, la disputa hoy entre los
candidatos principales, Nicolás Sarkozy y Ségoléne Royal sigue igual,
mientras otro grupo lucha por mantenerse en la liza.
Sarkozy, de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP),
parece afianzar su liderazgo según las encuestas, que le dan de
momento holgada ventaja (ocho puntos) con la cual derrotaría en
segunda vuelta a Royal, del Partido Socialista (PS).
Lo nuevo en el ambiente es que Royal no se da por vencida y
reestructuró su equipo de campaña, cuenta con la asesoría ahora del ex
primer ministro Lionel Jospin, y su discurso se antoja más directo y
seguro.
Al mismo tiempo, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen relanzó su
plataforma por el Frente Nacional (FN) en un esfuerzo desesperado por
recabar las 500 firmas de alcaldes que necesita para confirmarse como
aspirante al Palacio del Elíseo.
Le Pen, un viejo político conocido por sus posturas xenófobas,
convocó a un acto ayer domingo en Lille, donde fustigó a todos sus
adversarios, en especial a la UMP y al PS, y pronunció un encendido
discurso en busca de respaldo.
Sin tanto revuelo, la candidata del Partido Ecologista (Los
Verdes), Dominique Voynet, tuvo una presentación favorable en el
programa conocido como Barómetro Electoral, del diario Le Fígaro y las
televisoras RTL-LCI.
Voynet fue varias veces cuestionada por no contar tampoco con las
500 rúbricas de burgomaestres que exigen las leyes francesas para que
una persona pueda tener el rango de aspirante presidencial.
Navegan sin contratiempos en ese sentido en la nave de cara a los
sufragios Sarkozy, Royal, la representante del Partido Comunista,
Marie-George Buffet, y el líder de la Unión por la Democracia Francesa
(UDF), Francois Bayrou.
Bayrou ya dejó de ser la sorpresa de los sondeos para confirmarse
como serio contendiente en la batalla por el máximo puesto del Estado
de Francia.
Arlette Laguiller, del movimiento Lucha Obrera, acaricia también
las 500 rúbricas de los burgomaestres. Andaba cerca Olivier Besancenot,
de la juvenil Liga Comunista Revolucionaria.
Otros que mantienen vivas sus esperanzas son Nicolás Dupont-Aignan,
del club centrista Debout la Repúblique, y Philippe de Villiers, del
Movimiento por la Francia, cercano al FN.