Las declaraciones cada vez más
frecuentes de funcionarios del gobierno de Estados Unidos sobre un
posible ataque militar contra Irán causan preocupación a las
autoridades rusas, afirmó hoy aquí el ministro de Asuntos Exteriores,
Serguei Lavrov.
El canciller se refirió a este delicado asunto en una reunión del
gabinete de ministros con el presidente, Vladimir Putin.
Se hacen cada vez frecuentes las previsiones y predicciones en
relación con un ataque a Teherán. Hace poco el vicepresidente
estadounidense admitió tal posibilidad, advirtió Lavrov, citado por
RIA Novosti.
Los miembros del sexteto negociador sobre el expediente nuclear
iraní, integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de
Seguridad de la ONU más Alemania, debatirán el tema hoy en Londres.
En diciembre de 2006, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución
1737 que prevé sanciones contra la república islámica si no suspende
el enriquecimiento de uranio en sus instalaciones.
Moscú logró entonces que las medidas restrictivas impuestas a Irán
no afectaran las relaciones económico-comerciales bilaterales.
Todas las acciones relativas a los vínculos comerciales u otros
intercambios que quedaron al margen de las sanciones podrán llevarse a
cabo, subrayó Lavrov.
En cuanto a la polémica resolución, dijo que se impuso hacer un
balance en los tres propósitos fundamentales orientados a
contrarrestar una violación del régimen de no proliferación de armas
nucleares y mantener las condiciones para un diálogo con Teherán.
Tratamos, añadió el diplomático, de no afectar las relaciones
legítimas con Irán en distintas esferas.
Fue un compromiso, admitió Lavrov, pero dijo estar seguro de que se
cumplieron los objetivos fundamentales de Rusia en las negociaciones
dentro del sexteto de mediadores internacionales.
El jefe de la diplomacia rusa se refirió a las restricciones
impuestas para el suministro a Irán de tecnologías nucleares en
aquellos aspectos que, según occidente, preocupan más al Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Al respecto, Lavrov subrayó la posición de Rusia de respaldar la
actividad profesional del OIEA en torno al programa nuclear iraní.
De otro lado, Moscú instó a Teherán a detener todos los trabajos
vinculados con el enriquecimiento de uranio e iniciar las pláticas con
la comunidad internacional.
Según uno de los puntos contenidos en el texto, todos los convenios
suscritos conservan su vigencia como hasta hoy y pueden ejecutarse,
aseguró el jefe de la diplomacia rusa.
Las autoridades iraníes, por su parte, reiteraron este domingo el
derecho de su país a desarrollar un programa nuclear independiente con
fines pacíficos.