Con la exposición a partir de hoy
de su visión de país, las 16 fuerzas políticas que integran la
Asamblea Constituyente inician un nuevo ciclo de debates sobre un
asunto trascendental: el futuro Estado boliviano.
Los 255 delegados consideran el tema como uno de los pilares
fundamentales de la nueva Carta Magna, cuyo proyecto se espera esté
listo antes del 6 de agosto próximo.
También la definición del futuro país es estimada como crucial
porque sentará las bases de la identidad de los bolivianos a través de
la reconfiguración de sus instituciones.
De acuerdo con la agenda, los representantes de las 16 agrupaciones
políticas que integran el foro tendrán hasta tres horas para exponer
en plenaria su proyecto de "visión de país".
Para el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), la Constituyente
es el escenario y oportunidad para cambiar el actual modelo de Estado
a través de la participación de los pueblos indígenas y los sectores
sociales.
De acuerdo con su propuesta, por primera vez los pueblos
originarios y minorías tienen la posibilidad de participar en una
Asamblea que refleja la composición multinacional y pluricultural de
todo el territorio.
Según el MAS, las anteriores reformas hechas a la Constitución
jamás han sido participativas, pues siempre se conformaron desde el
poder oligárquico dominante y nunca desde el pueblo.
Para Unidad Nacional (UN), tercera fuerza política en la Asamblea,
el proceso refundacional ayudará a hacer una revisión, ratificar lo
que funciona y cambiar lo que es obsoleto.
Al respecto, el analista Carlos Alarcón afirma que la nueva Carta
Magna necesitará de una base adecuada de organización del Estado, la
sociedad y el régimen político para evitar una división con excluidos
e incluidos, fuente de nuevos rencores.
También el ejecutivo hizo llegar su proyecto de país, que sugiere
la posibilidad de frenar los procesos autonómicos, y solo
considerarlos viables si estos no ponen en riesgo la cohesión,
fortaleza y soberanía del Estado.
En esa iniciativa se define la naturaleza del Estado como
"República plurinacional, descentralizada y solidaria".
De otra parte, aboga por la creación de un nuevo nivel de gobierno
subnacional, las llamadas Entidades Territoriales Indígenas
Originarias, que podrían sumar una población mínima de 10 mil
habitantes y un espacio de entre el uno y el 20 por ciento del
territorio nacional.
Los planteamientos sobre descentralización y autonomía están
contenidos en 26 de las páginas del documento de propuestas que el
Ejecutivo remitió a la Asamblea Constituyente.
También incluye reivindicaciones de los sectores históricamente
marginados, como el derecho a la tierra y territorio de los campesinos
e indígenas originarios.
En otro acápite establece la sindicalización de los funcionarios
públicos e instituye el derecho a la huelga legítima, cuando un sector
proteste al margen de lo establecido.
En el título de Seguridad postula además la creación de un "Fondo
de Defensa Nacional" destinado al desarrollo de las Fuerzas Armadas.