Citricultores de la provincia de Ciego de Ávila avanzan en el 
          rejuvenecimiento de sus plantaciones para acrecentar los rendimientos 
          y al mismo tiempo la calidad de los frutos.
          El programa, iniciado hace cuatro años, comprende cerrar el 2007 
          con la siembra de unas dos mil hectáreas, de las cuales ya fueron 
          fomentadas mil 500 entre los sectores estatal y cooperativo-campesino.
          Dotados de riego de agua por goteo mediante modernas turbinas 
          eléctricas, los campos escogidos cubren parte del centro del 
          territorio donde los suelos ferralíticos gozan de elevada fertilidad.
          El proyecto proporciona que la irrigación se realice según las 
          necesidades de las plantas, las cuales de esa forma aprovechan mejor 
          los nutrientes, aumentan el tamaño de los agrios y alcanzan mayor 
          resistencia a plagas y enfermedades.
          A tales propósitos contribuyen las nuevas variedades de naranjos, 
          toronjos y limoneros, además de disponerse en la zona de Ceballos de 
          uno de los mejores viveros frutícolas del país.
          Armelio Borroto, subdirector de la Empresa Provincial de Cítricos 
          en Ciego de Ávila, subrayó que el plan de crecimiento está dirigido a 
          renovar, sobre la base de variedades genéticamente superiores, los 
          plantíos que son muy viejos o tienen bajos potenciales productivos.
          Desde 1906 se cultiva cítricos en el territorio avileño, 
          básicamente en las cercanías de Ceballos, donde en aquella época 
          varias compañías yanquis se adueñaron de la zona por la feracidad de 
          sus tierras, la ubicación geográfica y las ventajas que daba el 
          ferrocarril de la Trocha Júcaro-Morón